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Parece que fue ayer, y realmente fue ayer 10 de octubre de 2012, un 10 del 10, de 2010. Hasta para eso te gustó cuadrar los números, hasta para irte. Parece que fue ayer cuando paseando por La Laguna, un domingo, alguien me llamó para decirme que querías verme. No le creí y lo mandé al carajo directamente. Ese “Alguien” insistió, “quiere que trabajes con él” y allí en Presidencia del Gobierno me planté al día siguiente a ver que podía querer el Presi que “tenía Canarias en la cabeza”, de un humilde periodista de TV.Llegué dispuesto a decirle que yo era muy feliz con mi reciente contrato firmado con una importante multinacional y salí de allí, con una sonrisa “adanesca”, con una palmada en el hombro, girando mi vida por completo, ganando menos dinero y preguntándome si había hecho el tolete, pero ganando para mí a una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Así era Adán Martín, en las distancias cortas no tenía rival. Algo te envolvía, y cuando te ibas a dar cuenta ya estabas atrapado. Más de un ministro sufrió el “Síndrome de la Adanía”Mil anécdotas y cosas aprendidas a tu lado, en 4 años de otra carrera universitaria más que me regalaste. Del político no pienso hablar. Ya han escrito mucho, y muy bien mis compañeros estos días. Me quedo con la persona, la persona que una mañana se reía a carcajadas mientras casi se nos quema la cocina porque yo había puesto la cafetera al fuego sin agua. La persona que hizo esperar (sin querer) al hoy Rey Felipe porque estaba atendiendo al teléfono. La persona con la que sabias por donde empezaba el día, pero nunca ni donde, ni como acababa.Llevo conmigo parte de esa felicidad que pediste para los canarios. Te tomaron por loco cuando lo dijiste, y cuanto pagaríamos hoy por ella. Solo con una mirada, tu equipo te comprendía. Tu Toño Gutiérrez, Tu Secretaría, con Margaret, Nena, Y Bea. Tu Salva Iglesias, Tu Miguel Becerra, Tu Dani Cerdán, Tu Flora Marimón, Tu Manolo Martínez Fresno y yo, el más joven e ingenuo de todos. Tus maravillosos escoltas Miguel y Brito. Vaya dos polis...Gracias por llenarme el bolsillo, a mí y a tantos, de “guerras ganadas”. Hace 10 años Adán,...que nunca te fuiste.