Marlaska, preocupado por la inmigración irregular en Canarias

El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, alabó la labor de los gobiernos de Marruecos, Mauritania y Senegal en la lucha contra la emigración clandestina

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El ministro del Interior español, Fernando Grande Marlaska, ha reconocido este jueves que la preocupación se centra en la "vía canaria" donde la llegada de emigrantes irregulares no para de crecer; en enero, por ejemplo, se registraron 708 llegadas, 17 veces más que en enero de 2018. Marlaska visitó Rabat en su primer viaje internacional tras ser confirmado cómo ministro del Interior en el nuevo Gobierno de coalición. En la anterior etapa, Marlaska viajó a Marruecos más de siete veces y cada vez alabó la labor de cooperación y coordinación que ofrece a España el país magrebí.

Además alabó la labor de los gobiernos de Marruecos, Mauritania y Senegal en la lucha contra la emigración clandestina, porque "dan protección y rescatan a las personas instrumentalizadas por las mafias". Los esfuerzos de Marruecos han permitido reducir la emigración irregular en un 53% en 2019. El aumento de llegadas a Canarias "lo estamos abordando e implementando todos los medios de cooperación", tanto con Marruecos como con Senegal y Mauritania -no citó el Sáhara Occidental controlado por Marruecos- por ser "los países más afectados por los focos migratorios y por las redes de tráfico de personas".

El ministro insistió en que España y los tres países africanos "lo que estamos haciendo es garantizar la seguridad de esas personas que son instrumentalizadas por las mafias, y luchar contra esas mafias". A pesar de la insistencia de los periodistas, Marlaska se negó a dar las cifras de devoluciones de emigrantes de España a Marruecos -son "un número procedente y oportuno", dijo- pero insistió en que todas ellas son "conformes a derecho y con el debido respeto a los derechos y libertades".

Explicó que se analiza primero si el emigrante llegado de Marruecos ha solicitado protección internacional, y en caso de que se descarte, se estudia si existe además una situación de irregularidad lo que puede terminar en un procedimiento de expulsión; son, dijo el ministro, "procedimientos ordinarios". Asunto diferente son las "devoluciones en caliente" -término que el ministro rechazó- pero emplazó al 13 de febrero cuando la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos falle al respecto; aseguró que el Gobierno de España cumplirá la sentencia.

Repatriaciones a Mali por el Gobierno Español

Marlaska se refirió también a los polémicos vuelos de repatriación de emigrantes hacia Mauritania, que según el Defensor del Pueblo español han sido al menos cuatro, y que han sido criticados por la Comisión Europea de Ayuda al Refugiado o el Servicio Jesuita de Migraciones porque muchos de ellos terminan en Mali, un país considerado de alto riesgo. "No van a Mali, sino que van a Mauritania", explicó el ministro en referencia a esos vuelos que se realizan según un acuerdo bilateral en vigor entre España y Mauritania que permite expulsar hacia ese país magrebí a emigrantes de terceros países que hubieran llegado a España desde su territorio.

Fuentes de la seguridad mauritana han confirmado a Efe que los emigrantes llegados en los vuelos españoles hasta la ciudad de Nuadibú son inmediatamente conducidos en autobús hacia la frontera de Mali o de Senegal, según fuera el lugar de acceso al país, y entregados a la policía de esos países. Al ser preguntado por el riesgo que supone para muchos malienses ser trasladados de inmediato a Mali, Marlaska recordó que "todos los que pisan suelo español han podido ejercitar su derecho de protección internacional, cosa que algunos han hecho y otros no".

Añadió que 82 malienses han presentado solicitud de asilo y su propuesta ha sido admitida a trámite."Los expedientes (de asilo) se analizan individualmente y no colectivamente. Son resoluciones individualizadas, y algunas pueden acabar en el poder judicial si hay recurso", insistió. Marlaska se jactó de que España ha sido en lo que va de año el primer país europeo por el número de solicitudes de asilo, y fue el tercero el pasado año con 115.000 solicitudes; "algo no debemos estar haciendo mal cuando representamos una garantía", concluyó.