Redacción

Opinión

Vikingos (quinta temporada, primeros capítulos)

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Uno de los puntos fuertes de la serie es su capacidad para explorar la amplia cultura vikinga, con sus conflictos internos y con otros pueblos, lo que hace que las tramas sean profundamente interesantes en todos sus aspectos, ya que suponen un repaso de la historia de la Edad Media. 

Otra de las facetas que más llama la atención de su argumento es que no solo se centra en la vida de los vikingos, ya que otros pueblos, como los ingleses, los franceses y, ahora, los romanos, han sido protagonistas a lo largo de las cuatro temporadas anteriores. 

Esta temporada está marcada por el personaje de Ivar, violento y astuto, pero sobre todo por la ausencia del personaje estrella: Ragnar Lodbrok que, tras su muerte al final de la cuarta temporada, dejó un recuerdo agridulce en el público, pues era un personaje que captaba la atención y el interés gracias a su carisma y a su personalidad. 

Los personajes protagonistas ahora se reparten el peso que antes llevaba Ragnar, junto al personaje de Lagertha y de Rollo. Ivar es el sustituto de su padre, tanto en la lógica de la serie en sí como en la propia historia. 

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Lagertha lucha por mantener su liderazgo en Kattegat | Fotograma del tráiler de la serie: Canal Historia

La astucia y la crueldad de Ivar parecen no tener límites, pero, a pesar de todo, consigue mostrar el espíritu más humano de los vikingos, un pueblo violento, pero lleno de humanidad. 

La serie retoma la muerte de Sigurd a manos de Ivar, que fue como terminó la pasada temporada. De esta forma, ahora los hijos de Ragnar tienen que defender el territorio conquistado y siguen con su afán de expandirse por tierras inglesas. 

Pronto, las disputas entre los hermanos, excepto Bjorn (que ha decidido emprender un viaje hacia el Mediterráneo), se convierten en peligrosas rivalidades. Ivar es el nuevo líder del Gran Ejército Pagano y llevará a sus hombres hasta el límite con tal de poner a prueba la estructura moral y militar de los ingleses. 

Esta temporada está marcada por el personaje de Ivar, violento y astuto, pero sobre todo por la ausencia del personaje estrella: Ragnar Lodbrok que, tras su muerte al final de la cuarta temporada, dejó un recuerdo agridulce en el público, pues era un personaje que captaba la atención y el interés gracias a su carisma y a su personalidad.

El rey Athelwulf es el líder de Inglaterra y debe luchar por reconquistar el territorio perdido. Tiene la ayuda del obispo Heahmund, uno de los primeros sacerdotes-guerreros que precedieron a los templarios. 

La astucia de Heahmund es casi comparable a la de Ivar y su fanatismo religioso también se parece al del hijo de Ragnar. Son dos personas que vienen de mundos opuestos y que, a pesar de parecerse en muchos aspectos, se enfrentan en una guerra sangrienta y brutal. 

Esta temporada es diferente a todas las anteriores, y ello no significa que sea ni mejor ni peor. Desde luego, los personajes siguen siendo atractivos, las tramas interesantes y muchas de las secuencias, espectaculares. 

Adelanto del Capítulo 6 de 'Vikingos' (en TNT):