Tricampeón de la Liga Regional

Luis Padilla nos cuenta este jueves el tricampeonato regional logrado por el CD Tenerife.

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El Tenerife selló en 1943 su supremacía futbolística a nivel regional. Lo hizo con un equipo de transición, tras vender a equipos peninsulares a sus referentes y superando el fallecimiento de Bernardino Semán, quizás el mejor futbolistas que jamás haya vestido la camiseta blanquiazul. 

“El fútbol tinerfeño puede colgar hoy los crespones de luto porque desaparece su mejor jugador. El más inteligente y el más artista. El más cerebral y el más completo de su tiempo”, se lee en 'El Día' tras su muerte. Muy querido por los aficionados, durante el traslado de sus restos al cementerio, miles de personas acompañaron al féretro, cubierto con la bandera del Tenerife.

Con refuerzos como el portero Esquiva –cedido por el Madrid al hacer la 'mili' en la Isla– o los defensas Basilio y Llanos, el Tenerife encomendó a Alfonso (Unión) la misión de suplir a Semán, mientras que, mediado el Campeonato Insular y tras caer ante Hespérides e Iberia, se aplicó la receta habitual: el cambio de entrenador. Joaquín Cárdenas pasó a ocupar el banquillo tras haber dirigido al Celta en Primera División y el equipo no volvió a perder. Y mantuvo sus opciones hasta la penúltima jornada, cuando estaba obligado a ganar al Iberia –en el que aún jugaba Chicote– en el Stadium y no pasó del empate (1-1). Y el título se fue al Toscal. 

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Imagen de Bernardino Semán

El subcampeonato insular le bastó al Tenerife para entrar en la Liga Regional con Iberia, Unión y Price. Quedó fuera el Hespérides, mientras en Gran Canaria no se clasificó el Victoria, eclipsado por un Marino que bajo la presidencia del empresario Eufemiano Fuentes se llevó el título insular con gente como Cristóbal, Polo, Bartolo, Farías, Memé, Sanabria o Carmelo Campos. Y apostó por llevar la Liga Regional por vez primera a la 'isla redonda' en un tiempo en el que los equipos canarios no participaban en competiciones de carácter nacional. El Marino empezó lanzado, ganando a Unión (1-3) o Iberia (3-2).... y goleando al Tenerife (5-2). 

Sin embargo, el Tenerife encontró pronto su juego y su 'once'. Así, Abel volvió al marco tras el regreso de Esquiva a Madrid, Conrado deslumbró como mediocentro, Calixto despuntó como interior... y Martín explotó como ariete. Y el 30 de mayo de 1943 'reventó' la liga con un 3-0 ante el Marino en un Stadium repleto y con mil aficionados grancanarios llegados en barco hasta Santa Cruz para celebrar el título marinista, pues un triunfo daba el campeonato a los visitantes. Los tantos de Calixto y Martín (2) permitieron al Tenerife empatar en la tabla con el Marino, igualar el 'gol average'... y ocupar el liderato por mejor diferencia de goles general. 

Con Abel; Llanos, Basilio; Néstor, Conrado, Victoriano; Eusebio, Alfonso, Martín, Calixto y Rosendo componiendo su 'once de gala', el Tenerife también dio protagonismo a Onésimo, Nieto, Delgado o Martinica en un equipo que mes y medio después, en el partido que cerraba la competición, selló el título con una goleada (6-0) ante el Atlético Las Palmas que le daba un tricampeonato que le permitía quedarse con el trofeo en propiedad. Nadie logró repetir esa hazaña de la que fue protagonista especial Calixto, único jugador del Tenerife que participó en los 42 partidos que disputó el equipo blanquiazul en las tres primeras ediciones de la Liga Regional. 

Tras el verano, el Tenerife recuperó una 'tradición': vender a sus mejores jugadores. Así, Calixto fichó por el Atlético Madrid. Y con él se marcharon el portero Abel y el ariete Martín Rizo, que en su debut liguero con los colchoneros marcó un 'hat trick' en ocho minutos... y al domingo siguiente fue lesionado de gravedad en Oviedo. Y el Tenerife tuvo que reconstruirse por enésima vez. Esta vez, le llevó su tiempo.