Competencias Transversales, tan necesarias y tan olvidadas

Para encontrar y mantener un trabajo, también son necesarias las competencias transversales, de las que hablaremos en este nuevo post

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Desde pequeños nos han dicho “si quieres encontrar trabajo, tienes que estudiar”. Cierto, pero los estudios, que podríamos considerar parte de las competencias técnicas, ¿son suficientes para encontrar trabajo? Nuestra experiencia como reclutadores nos dice que no. Que como se dice en matemáticas, “esas competencias son necesarias, pero no suficientes”. Para encontrar y mantener un trabajo, también son necesarias las competencias transversales, de las que hablaremos a continuación. Para nosotros, la diferencia entre ser un buen trabajador y ser un trabajador excelente, radica en tener o no tener desarrolladas, las competencias transversales. 

El otro día leía un artículo en el que se decía que las grandes empresas ya no están pidiendo títulos universitarios a sus candidatos. Hablamos de empresas de la talla de IBM, Apple o Google.Estas empresas están valorando el aprendizaje profesional real de los candidatos, independientemente de que se haya adquirido en la universidad o fuera de ella. La cuestión más peliaguda de si lo que se estudia en la universidad está diseñado y adaptado para que los que terminan sean empleables o autoempleables, lo dejamos para otra ocasión.

 Y alguien dirá, “claro, eso son las grandes empresas que se pueden permitir esa clase de experimentos”. Pudiera ser, y también pudiera ser que esas empresas, que están siempre buscando cómo mejorar sus procesos, hayan llegado a la conclusión de que, lo importante es la experiencia y el “saber hacer”, y no tanto, el cómo se haya obtenido esa experiencia. 

¿Quiere esto decir que los títulos universitarios no servirán para nada? Por supuesto que no. La diferencia es que hasta ahora, los títulos servían como filtro a la hora de encarar un proceso de selección. Ahora, los títulos serán considerados como un elemento más a valorar, pero no un filtro para dejar fuera del proceso a aquellas personas que no los tienen.

Entonces, ¿qué buscan las empresas?, o, dicho de otro modo, ¿qué competencias tengo que tener para ser empleable o autoempleable? Vamos a abordar aquí, aquellas que considero más importantes, pero antes, un inciso…, aunque las competencias las referiremos al trabajo por cuenta ajena, éstas son perfectamente extrapolables al trabajo por cuenta propia. 

Las empresas buscan personas proactivas, que aporten soluciones, no solo que planteen el problema. Buscan personas con espíritu proactivo, que no haya que estarlos empujando para que hagan sus tareas

La primera, y la que más destaco siempre, es la actitud. Muchas empresas, de todos los tamaños y de todos los sectores, me dicen, “Carlos, prefiero que tengan actitud de hacer y de aprender; lo que no sepan, ya se lo enseñaremos aquí”. O sea, buscan personas proactivas, que aporten soluciones, no solo que planteen el problema. Buscan personas con espíritu proactivo, que no haya que estarlos empujando para que hagan sus tareas. En los cursos de empleabilidad les decimos a los alumnos (normalmente jóvenes), que el trabajo no les va a ir a buscar a sus casas, que si se levantan a las 11 de la mañana, no van a encontrar trabajo, que tienen que leer todos los días un poco, y que tienen que plantearse la búsqueda de empleo, como un empleo en sí mismo, amén, por supuesto, de que intenten determinar cuál es el motivo por el que no tienen empleo o les cuesta tanto conseguirlo… aprender a autoanalizarse de manera crítica pero sin fustigarse y determinar cuál es su grado de responsabilidad y la de los demás en su situación actual…. 

Otra competencia que me gustaría destacar es la flexibilidad. Escuchamos todo el día que estamos en un mundo muy cambiante, un mundo en el que aparecen y desaparecen todos los días productos, proyectos, ideas… un mundo dominado por la tecnología, que está obligando a las organizaciones a realizar continuos cambios, si no se quieren quedar obsoletas y fuera del mercado. Pero, ¿quiénes tienen que hacer esos cambios en las organizaciones? Efectivamente, las personas que forman parte de esas organizaciones. Por lo tanto, será lógico pensar que, si la organización tiene que estar cambiando, y estos cambios los tienen que hacer las personas, esas personas tendrán que tener una mentalidad flexible, y una alta capacidad de adaptación a las nuevas situaciones. 

Pasamos a la siguiente competencia. Hablamos de flexibilidad y de cambio en las organizaciones. ¿Y qué requieren los cambios? Formación. Si las tareas se van a realizar de una forma distinta, tendremos que aprender a hacerlas de esa nueva forma: habrá que formarse.La formación, en sí misma, está relacionada con la actitud por aprender y con la flexibilidad necesaria para ser conscientes de la necesidad de que se produzca ese cambio. Pero, sobre todo, está relacionada con otra competencia, que es la de saber reinventarse. Y ésta es otra de las competencias que considero sumamente importante. Todas aquellas personas que no sean capaces de reinventarse, que no sean capaces de ir adaptándose a los nuevos escenarios empresariales y sociales que estamos viviendo, tendrán muchas más dificultades para encontrar trabajo, para ser más empleables o para autoemplearse.

La siguiente competencia que yo creo que es fundamental para poder ser un buen profesional es la de saber (y querer) prevenir y resolver los conflictos. Hay un dicho que dice que “el roce hace el cariño”, seguro que sí, pero también es verdad, que los conflictos y desencuentros se producen por eso precisamente, por el roce diario con las personas que tenemos a nuestro alrededor. Si no sabemos interactuar con otras personas, si no sabemos resolver esos desencuentros normales, y hasta necesarios, que se producen en esa convivencia diaria de tantas horas compartiendo espacios, es difícil que tengamos opciones de ser contratados o de participar en proyectos. El trabajo en equipo es parte fundamental de las nuevas relaciones profesionales, y durante ese trabajo, hay que saber gestionar esos momentos de tensión que se puedan producir. 

Trabajo en equipo. Por supuesto, otra competencia imprescindible para toda aquella persona que desee ser contratada o quiera participar en algún proyecto. Si bien es cierto que hay y seguirá habiendo trabajos “tradicionales” en los que compartiremos espacios con otras personas, también es cierto que, en esta nueva sociedad informatizada e interconectada, es cada vez más normal participar en proyectos por un tiempo determinado. Evidentemente, tanto en los trabajos tradicionales, como en esas nuevas formas de trabajar, participarán otras personas con las que tendremos que colaborar para conseguir el objetivo para el que nos hayan contratado. Si eres una persona individualista, con pocas habilidades sociales de relación, y que no sabe trabajar en equipo, tendrás grandes limitaciones a la hora de encontrar trabajo.

La realidad nos demuestra, de manera continua, que no sabemos comunicar adecuadamente, aunque sepamos hablar

Y, por último, y no menos importante, tenemos la competencia de la comunicación. Aprendemos a hablar desde pequeños, pero ¿sabemos comunicarnos? ¿sabemos expresar nuestras ideas y pensamiento de forma que transmitamos exactamente lo que deseamos o que esos pensamientos sean entendibles para los demás? Pues lamento decirte que no. La realidad nos demuestra, de manera continua, que no sabemos comunicar adecuadamente, aunque sepamos hablar. Comunicar y hablar son hechos que está relacionados, pero que no son lo mismo. Cualquier persona que quiera ser empleable, que quiera permanecer en su puesto de trabajo o que quiera participar en proyectos en el que tenga que interactuar con otras personas, tiene que aprender a comunicarse mejor, tiene que saber expresar sus ideas de una forma clara, precisa y concisa. Y la única forma de conseguir esto es entrenando y desarrollando esta competencia fundamental que, probablemente, soporte las anteriores.

Podría añadir alguna competencia más a este listado, pero considero que las enumeradas anteriormente son las mínimas e imprescindibles para que cualquier persona pueda ser empleable en la actualidad, junto con las competencias técnicas requeridas en cada puesto de trabajo.