Placas solares por el suelo, paneles a los que les faltan módulos o cables colgando: esa es la escena que en los últimos días han presentado las plantas solares Solten I y II, cuyo mantenimiento depende del Instituto Tecnológico de Energías Renovables de Tenerife (ITER). La propiedad de estas plantas es privada, pero su operación y mantenimiento corre a cargo del ITER, a través de los cuales se garantizó el 15% de los rendimientos de la producción. Sin embargo, propietarios de la planta denuncian que la producción ha caído un 10% en los últimos años debido a la falta de cuidado, cuestión que desmienten desde la empresa pública.
En imágenes remitidas a Atlántico Hoy por parte de propietarios de la planta Solten I, que prefieren mantenerse en el anonimato, se puede apreciar cómo en la planta solar hay módulos fotovoltaicos tirados por el suelo. No es una cuestión de este año, ya que en imágenes fechadas en 2023 y 2022 también se observa la misma situación de módulos en el suelo. A esto se suma, según critican, que hay cables sueltos entre los paneles o módulos que faltan en la planta y que son la evidencia de que no se está llevando a cabo la conservación.
Caída de la producción
Esta supuesta falta de mantenimiento ha derivado en una caída de la producción de la planta Solten I de alrededor del 10%, según denuncian. Un gráfico elaborado por uno de los propietarios muestra cómo el máximo de kilovatios producido por la planta ha ido disminuyendo paulatinamente desde 2014, cuando casi alcanzaba los 95.000 kilovatios, hasta situarse por encima de los 86.000 kilovatios alcanzados en 2023.
La consejera delegada del ITER, Begoña Ortiz, admite a este medio que en los últimos años ha descendido la producción de las plantas pero niegan que se deba a la falta de mantenimiento. Según señala, las consignas para frenar la producción que el operador del sistema, Red Eléctrica de España, envía a los productores de renovables desde la pandemia son los causantes de la disminución de la producción.
Reducción por consigna
En un gráfico remitido por el propio ITER se puede observar cómo la producción de la planta solar Solten II pasó de producir más de 23.500 megavatios en 2010 a los 21.500 de 2023. Si bien la caída de la producción es similar en ambos gráficos, Ortiz critica el dato recogido por el propietario. La consejera delegada señala que no es una gráfica del ITER e insiste en que respecto a la eficiencia de las placas fotovoltaicas “no se ha tenido ninguna merma”.
Sucede una similar caída en la planta de Solten II, situada en los mismos terrenos y que tiene el mismo acuerdo de mantenimiento. En este caso la caída de la producción va de los casi 20.500 megavatios en 2010 a los 18.000 en 2023.
La posición del ITER es puesta en duda por el propietario que ha llevado a cabo a la gráfica porque esta muestra los picos de producción, es decir, recoge el dato anual donde ha habido una mayor producción fotovoltaica a fin de que la gráfica no se vea perjudicada por las consignas o por los días de poca producción. Si se tiene en cuenta el máximo de kilovatios que ha alcanzado la planta (Solten I) a lo largo de los años, ha habido una disminución. Los datos se recogieron de los informes que el propio ITER envía a los propietarios, según argumenta este propietario.
El mantenimiento
La planta Solten I, ubicada en Montaña Pelada se puso en marcha en 2007, participada por inversores particulares. De esta forma se llegó a un acuerdo público-privado en el que los más de 100 paneles fotovoltaicos que conforman la planta eran adquiridos por los inversores privados mientras que el ITER cobraba el 15% del rendimiento anual de los paneles a cambio de realizar la gestión de las mismas y su mantenimiento (el 4% de ese canon corresponde a gastos de alquiler de la parcela y a la póliza de seguro).
De esta forma, el ITER se desembolsa de la producción de la planta de Solten I el 11% del rendimiento a través del mantenimiento. En total cada inversor desembolsó 530.000 euros para hacerse con la propiedad de un panel de 100 kilovatios, y el ITER recibe cada año unos 10.000 euros por panel en concepto de su mantenimiento y gestión.
Paneles por el suelo
Es al buscar la caída de la producción donde el propietario señala directamente a la falta de mantemiento, tras observar la presencia de paneles sueltos, cables colgando o huecos en la planta donde debían haber paneles. Frente a ello, Ortiz garantiza que el mantenimiento de tanto Solten I como Solten II es diario, aunque admite que hay paneles solares de un fabricante en concreto que se han soltado de la planta Solten II y que son los que se pueden ver en las imágenes repartidos por el terreno de la planta. Por ello, apunta que se está procediendo a la sustitución de estos paneles. En imágenes de 2022 se pueden ver también paneles repartidos por el suelo de la planta.
Otra de las críticas de los propietarios radica en los huecos que se pueden en las infraestructuras de la planta. Huecos entre panel y panel o huecos que dejan las esquinas de los paneles desiertas, según de puede ver en las imágenes. Desde el ITER aseguran que en el caso de la falta de paneles que se dan en las esquinas se debe a la sustitución por paneles más modernos que producen mayor energía, lo que implica que se quedan zonas sin cubrir, principalmente en los bordes.
Frente a la polémica por las fotos, Ortiz asegura que los paneles que se encontraban sueltos por el parque fueron retirados y apunta que el pasado viernes se celebró una junta con los propietarios de la planta Solten II donde aprobaron "por unanimidad" la gestión del ITER. Esto les sirve para avalar su trabajo, después de que, aseguran, en la junta no han tenido quejas por la caída de la producción.
Pese a esa posición, el propietario asegura que hay una falta de transparencia en la información del ITER al respecto de las penalizaciones por desvíos impuestas por la diferencia entre la energía que está inicialmente programada y la que finalmente vierten las plantas, información que denuncia no se envía a los propietarios. Ante la alta inversión realizada y el estado que presentan las plantas demandan un mejor mantenimiento por parte de la empresa pública a fin de evitar la merma de la producción y, en definitiva, de sus ingresos.