"Los adultos no aprendemos creatividad sino la redescubrimos"

Javier Rodríguez presenta 'Mínimamente', una pequeña muestra de sencillos ejercicios de creatividad que nacieron en las redes sociales y que pretenden divertirse y divertir.

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Javier Rodríguez no es escritor, científico, filólogo ni poeta. Tampoco se ha graduado en Filosofía y, por supuesto, no es cómico. Y es una lástima, porque cualquiera de estas formaciones le hubiese servido para presentar estas tontadas con algo más de rigor. Pero no es así, se trata solo de un gestor cultural con un desarrollado sentido lúdico, interesado en el público y en la creatividad.

Mínimamente es una pequeña muestra de tontadas, de sencillos ejercicios de creatividad que nacieron en las redes sociales y que no pretenden ser importantes, sino divertirse y divertir. Nada más y nada menos.

- ¿Qué es una tontada?
- Para la R.A.E. es una tontería, una simpleza. Para mí, además, es cualquier entretenimiento, preferiblemente en formato breve, que solo pretenda robar una sonrisa o hacer pensar un poquito, sin más pretensiones.

- Mínimamente, al mirar la portada, tiene dos lecturas. ¿Asume las dos de buen grado?
- Por supuesto. Ese juego es del todo intencionado. Cuando nos decidimos por este título, pesó mucho esa doble interpretación: una atención especial a las cosas pequeñas y el hecho de que no se requiere ser una mente brillante para jugar, como en este caso, con las palabras. Es justo reconocer que el fantástico diseño de Oscar Bennasar ayuda a conseguirlo.

"Aunque la creatividad en sí misma nunca ha sido para mí un objetivo, me parece un elemento que aporta valor añadido a cualquier cosa que nos planteemos, en el ámbito profesional y, desde luego, en el personal"

- ¿Por qué se decidió a publicar?
- Por el concepto de oportunidad. Conocía a Emilia Vié, de Del Medio Ediciones, desde hacía tiempo y sabía que sería fácil proponerle algo. Ya con ella, con su socio, Manuel Pérez Cedrés, y un café dimos vueltas a un par de ideas muy parecidas, pero que enfrentaban esto de las tontadas desde ángulos distintos. Enseguida empezaron a 'hacer de editores' y combinaron el título de una con el formato de la otra y comenzamos a hablar de Mínimamente.

- Este no es un libro sencillo de clasificar. ¿Qué contesta cuando le preguntan de qué va tu libro?
- Hasta ahora suelo pedir a esas personas que elijan varias páginas al azar y lean alguna de las tontadas, que lo hagan varias veces y, entonces, les pido que contesten ellas a la pregunta. Tampoco les queda claro. Los editores me preguntaron una vez en qué parte de una librería creía que debería estar el librito. Les contesté que, obviamente, en caja, con una persona comprándolo. Bromas aparte, es solo un entretenimiento. No es comedia, no es poesía, no es un diccionario, no es un cuento... pero juega a ser todas esas cosas.

- La creatividad es una constante en sus redes sociales, en sus proyectos culturales y, ahora, en Mínimamente. ¿Por qué?
- Por transversalidad. Aunque la creatividad en sí misma nunca ha sido para mí un objetivo, me parece un elemento que aporta valor añadido a cualquier cosa que nos planteemos, en el ámbito profesional y, desde luego, en el personal. Suelen preguntarme si hay que ser creativo todo el tiempo. Evidentemente no. La creatividad tiene ámbitos y momentos. Ámbitos porque puedes hacer algo que, aunque otros lo hayan hecho antes, para ti sea un descubrimiento, una primera vez. Eso, de algún modo, entrena la creatividad. Momentos porque en ocasiones hay que amortizar los resultados de esa creatividad, madurarlos y utilizar esa información para nuevos retos creativos.

- Entonces, ¿qué es la creatividad?
- Ni idea. He leído mucho en estos años sobre creatividad y cada autor tiene su definición. Hay muchos puntos en común en la mayor parte de ellas, aunque prefiero pensar que la creatividad no existe, sino los procesos creativos, más específicos y fáciles de comprender y optimizar.

- Defiende que todas las personas somos creativas. ¿Tan seguro está?
- Absolutamente. Solo hay que fijarse en los niños y niñas. ¿Los has visto jugar? Una anécdota. Cuando mi sobrino mayor cumplió un año la familia se volvió loca con los regalos. Después de abiertos todos los paquetes, nos dio una lección cuando vimos que estaba entretenido jugando con una garrafa vacía de agua. Seguramente para él era un coche, un barco... A saber. Lo que sucede es que crecemos y nos olvidamos de nuestra capacidad de jugar, de combinar ideas, de arriesgar, de curiosear. Los adultos no aprendemos la creatividad, la redescubrimos. La creatividad es como los abdominales: todo el mundo tiene pero no a todos se les notan.

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- Un acercamiento a la creatividad a través de las tontadas. ¿Nos lo explica?
- Si te fijas, el libro está presentado, desde el concepto de la portada con un cerebro -que gestiona absolutamente la creatividad- hecho con plastilina como metáfora del juego hasta la presentación de cada bloque de tontadas, como si de un algo científico se tratara. De hecho, el libro lo presentó Emilio Verche, doctor en Neuropsicología, hablando del cerebro creativo. Ese cerebro creativo es una herramienta o, mejor, una caja de herramientas. Cada uno tiene las suyas y eso es lo que este librito pretende. Mostrar mis ejercicios, explicar que cualquiera puede y que solo necesita encontrar en qué lenguaje es mejor, está más cómodo o, simplemente, se divierte más. Si, además, alguien sonríe, estaré más que contento.

Es más que probable que vuelva a escribir sobre esto, pero en un enfoque más 'teórico', aunque también sin pretensiones. Nada más allá de compartir mis ideas, esas conclusiones que he ido estructurando a base de trabajar, leer y disfrutar de muchísimos procesos creativos, personales o compartidos. Será algo así como 'Casi todo lo que no sé sobre creatividad'.