Carlos
Carlos, periodista freelance de 33 años, es uno de ellos. Hace siete años que vivía en Madrid, a donde se fue a especializarse en marketing y publicidad digital, lleva tres años teletrabajando y desde el pasado mes de diciembre desde Canarias.Una vez comenzaron las restricciones por la covid-19 y Madrid dejó de ofrecerle algunos de los alicientes por los que vivía allí, la oferta cultural y de ocio y la posibilidad de asistir a eventos donde hacer contactos laborales, Carlos buscó piso en Santa Cruz de Tenerife, hizo las maletas, y compró un billete de avión.Siempre había tenido en mente volver pero nunca lo había visto tan claro. "En Canarias es donde mejor se vive", asegura el joven, quien se aprovecha de la flexibilidad que le da el teletrabajo para hacer una pausa a medio día e ir a la playa, a pocos kilómetros de su casa.Este "experto" en teletrabajo lo ve claro: si eres responsable y disciplinado, trabajar desde casa te da la libertad de poder residir donde quieras y mucha más flexibilidad horaria para poder disfrutar del ocio, amigos y familia.#EMPRENDIMIENTO | 🌳📲Los emprendedores tinerfeños Elsa Rodríguez y Carlos Jonay lanzan el proyecto #PueblosRemotos, con el que pretenden explotar las ventajas de "la ruralidad conectada". Para ello, el primer paso lo darán con Icod Remoto⬇#Teletrabajo https://t.co/hnUqzGJFzf
— AtlánticoHoy (@atlantico_hoy) March 20, 2021
Francisco
De forma parecida piensa Francisco, ingeniero especialista en energías renovables de 35 años, que comenzó a teletrabajar desde el inicio de la pandemia, primero desde Madrid y después desde Canarias, para su empresa americana con base en Holanda.Tras tener hace poco más de dos años a su primer hijo, las prioridades de Francisco y su pareja cambiaron y consideraron que donde mejor podían ofrecerle una infancia a Elian era en las islas, cerca de sus tíos y abuelos.Con la pandemia este proceso se aceleró y, tras obtener el visto bueno de su empresa, Francisco puso a alquilar su casa en el centro de Madrid y voló lejos hasta la isla de la que se marchó hace más de diez años sin empleo y sin hablar bien inglés.Ahora trabaja hasta las cinco de la tarde, hora en la que cierra el portátil y sale con su hijo a jugar al parque.Solo por este motivo el teletrabajo ya merece la pena, asegura.#ECONOMÍA | Él, norteamericano, y ella, polaca, residen en Irlanda y no han perdido la oportunidad que se les ha presentado para escapar del duro confinamiento en su país de residencia y venir a Canarias a teletrabajar#Teletrabajo #Tenerife https://t.co/XeaB23MeIj
— AtlánticoHoy (@atlantico_hoy) February 10, 2021
María
El tiempo también es oro para María, graduada en ADE de 26 años, a quien el regreso a Tenerife para teletrabajar durante la pandemia le ha permitido ahorrarse dos horas de trayecto en transporte público hasta su empresa y aprovecharlo en aprender nuevos deportes como el kitesurf o el padel y retomar otros como el golf o el pilates.María no tenía en mente volver, estaba a gusto con su vida en Madrid, ciudad que le ofrece una gran oportunidad laboral y una vida cultural y de ocio interesante, y mucho menos pensaba en teletrabajar.Sin embargo, su estancia temporal en la isla por la pandemia, que pensó que sería de un mes y ya va por más de un año, le ha hecho valorar también otras cosas, como el tiempo que dispone, gracias a la organización que le permite teletrabajar, para el deporte, sus amigos y familia.#EMPRESAS | 👩💻🧑💻El #teletrabajo se reveló como una herramienta para la ansiada flexibilización y conciliación. Sin embargo, también ha destapado carencias que repercuten en el bienestar de los equipos. Te contamos cuáles ⬇️#covid19https://t.co/xIKn4d7iCu
— AtlánticoHoy (@atlantico_hoy) December 21, 2020
Diana
A Diana, economista de 33 años, le sucedió algo similar. Esta joven llevaba seis años viviendo en Berlín hasta que en marzo de 2020 la empresa alemana para la que trabaja decidió cerrar las puertas y mandar a todos sus empleados a trabajar desde casa.Diana y su pareja decidieron marcharse al poco tiempo a Canarias, donde han alquilado un piso y ya llevan seis meses viviendo.En quince días volverán a Alemania pero les gustaría poder repetir esta experiencia en las islas el próximo año para así evitar el duro y frío invierno de Berlín."Volver ha sido muy interesante, ahora aprecio las cosas de una forma que antes no lo hacía", asevera Diana, a quien a pesar de que el trabajo le ha dado "muchísima flexibilidad" para distribuir durante el día la carga de trabajo, admite que le ha costado separarlo de su vida personal porque "trabajar desde casa es como dormir en la oficina".#TURISMO | Las Islas #Canarias trabajarán para convertirse en destino base para Europa de los 'Remote Workers' o teletrabajadores#Teletrabajo #Empleo https://t.co/4Co5ZxvYOX
— AtlánticoHoy (@atlantico_hoy) December 4, 2020