Un empresario de Gran Canaria patentó en 1945 unos chicles hechos de tabaiba, Chicles Tabay, que si bien se distribuyeron por la península nunca llegaron a Canarias
Desde el siglo XVI se tiene constancia del uso de la nieve que se acumulaba en los pozos de las cumbres, lo que dio pie a una industria importante en Tenerife, La Palma y Gran Canaria