Bilbao acogió este jueves una jornada de acceso y admisión a las universidades públicas españolas. El encuentro, al que asistió una representante del Ministerio de Educación —cartera dirigida por Pilar Alegría—, arrancó abordando un tema que durante los últimos días ha generado cierta polémica: la selectividad para estudiantes extranjeros no comunitarios que quieran estudiar la carrera en España. Aunque los que provengan de naciones con convenio como, por ejemplo, China o Colombia, no tendrán que someterse a la futura prueba. El Estado ha recibido varias alegaciones que ahora deberán tenerse en cuenta para seguir adelante con la tramitación.
Las dos universidades públicas de Canarias —las de La Laguna (ULL) y Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)— estuvieron presentes en la ciudad vizcaína para participar en el proceso. Las discrepancias que han aflorado en comunidades como Madrid no existen en el Archipiélago, donde parece que se asume con naturalidad que el examen de acceso para los no comunitarios será una realidad. “No es que estemos en contra ni a favor, sino que la prueba existe y lo que se está matizando es cómo va a ser”, apunta David Sánchez, vicerrector de Estudiantes, Alumnos y Empleabilidad en la ULPGC.
Parecido a la PAU
Explica que tal como está ahora el sistema cada universidad fijaba su criterio de acceso y admisión, justo lo que pretende eliminar el Real Decreto para que todas las instituciones académicas del país actúen de una manera unificada. La nueva prueba tendrá unas características similares a la PAU que realizan los estudiantes españoles, “pero no será exactamente igual”. Ahora la clave estará en un control de competencia en lenguas españolas junto a dos materias adicionales —en total, cuatro exámenes—. Se trata, en definitiva, de armonizar.
Los puntos en común que alcancen todas las universidades públicas se unirán para transmitirlos al Ministerio. Una de las propuestas que está en debate es si es más adecuado exigir al estudiante extranjero no comunitario una prueba específica en español o presentar una acreditación del idioma. Según ha podido saber este periódico, el horizonte que se puso este jueves sobre la mesa por parte del Ministerio es que el Real Decreto pueda salir a final de este año 2024, aunque nadie descarta que se pueda retrasar porque hay muchos pasos de por medio.
"Puede haber cambios sustanciales"
“Nosotros lo que vemos claro es que tiene que haber una armonización para que todos los estudiantes que vengan del extranjero hagan la tengan los mismos requisitos en todas las universidades. Que al alumno extranjero quiera venir a estudiar a España, lo que haga le valga para todas las universidades”, subraya Sánchez. Además, indica que eso viene también dictado en una disposición adicional en la ley de Educación LOMLOE.
Cuenta que a la ULPGC, aunque la afluencia no es excesiva, llegan estudiantes de países latinoamericanos como Cuba o México. Sobre el Real Decreto, detalla que está en fase de borrador, es decir, “puede haber cambios sustanciales con todas las alegaciones que se han hecho”. “La idea de la prueba se va a seguir manteniendo, eso no va a cambiar, lo que no puede ser es que un estudiante extranjero venga a estudiar a España y en función de la universidad se le aplique una cosa u otra”, matiza.
¿Cómo funciona a día de hoy?
A día de hoy, el criterio es que si alguien quiere ir a una titulación que no tenga demanda, con la homologación del título de Bachillerato ya es suficiente. Pero si, por el contrario, prefiere otra con alta demanda como Medicina o Enfermería, deben hacer las pruebas específicas en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
“Y luego con esa nota específica, ya depende de la universidad, le ponderarán para subir las notas hasta 14 —calificación máxima en la selectividad tradicional—. Ahora lo que pretende es que todo el mundo haga esas pruebas de acceso, que no haya diferentes criterios”, sentencia Sánchez.