Raúl Socorro, CIO Sport: “Los inmigrantes saben que la única forma de venir es jugársela en pateras”

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La situación de la inmigración en Canarias sigue sin una solución aparente ante la incesante llegada de inmigrantes. Los trámites burocráticos interminables para entrar en España es lo que lleva a muchos de ellos a emprender la peligrosa travesía en pateras.

AtlánticoHoy entrevista a Raúl Socorro, director gerente en CIO Sport, empresa dedicada a formar a jugadores en Gambia para luego traerlos a España y Europa.

¿En qué consiste la empresa? ¿Qué trabajo realizan?

“Pertenecemos al grupo CIO y nuestra empresa es de carácter deportivo. Una empresa deportiva que se llama CIO Sport. Yo soy el director gerente, tenemos como infraestructura la oficina de venta y comercialización de nuestro producto, que son futbolistas. Principalmente, trabajamos en Gambia y allí tenemos en propiedad una academia de fútbol —Banjul Football Academy—, que desemboca en un equipo de tercera división, que se llama Blue Diamonds, que a su vez desemboca en un equipo de primera división, que se llama el Waa Banjul. Todo esto en Gambia”.

¿Cuál es la labor que están realizando para traer futbolistas a Canarias?

“Nosotros más que ojearlos, lo que hacemos es formarlos, porque nosotros tenemos las canteras de nuestra estructura. Allí no existe la organización de categorías por alevín, juvenil, infantil, benjamín... Están todos mezclados. Digamos que están los que pasan a ser seniors y el resto. Entonces, dependiendo de la fortaleza física que tengan los chicos, pasan de una categoría a otra. La primera estructura que tenemos son los niños más pequeños y empezamos a tener niños desde, aproximadamente, ocho, nueve, diez años... Y después esos son los que comienzan en la academia. Posteriormente, según van creciendo físicamente y van adquiriendo calidad futbolística, juegan en Tercera División. Nosotros ofertamos a equipos españoles la posibilidad de contratar a nuestros jugadores. Hasta la fecha, ahora mismo tenemos en España a cinco de ellos”.

Actualmente ustedes trabajan sobre todo con Gambia…

“Gambia es un país donde se mezclan muchísimas tribus diferentes, donde predominan principalmente los famosos Mandinga. Nosotros estamos ubicados en Gambia, en la zona occidental de África. Por consiguiente, allí hay muchos senegaleses, está cerca de Mali, no está muy lejos de Nigeria… Nuestra intención es trabajar con el talento deportivo, pero utilizar a Gambia como reclamo. Si algún nigeriano, algún senegalés o alguna persona de Mali quisiera jugar con nosotros, tendría que desplazarse a Gambia”.

¿Cómo llegaron a Gambia en un primer momento?

“Yo estuve en Gambia desde el año 1994 hasta el 2000, en una empresa turística. Desde entonces, me di cuenta de que el poderío físico que tenían los gambianos era brutal. Fue uno de los principales países de donde provienen los deportistas de color de Estados Unidos. Alrededor de 6 millones de personas fueron capturados como esclavos y llevados a Estados Unidos. Entonces esto era un conocimiento para mí desde 1994 hasta el 2000 que estuve en el país. Nosotros, en el 2013, ya dentro del contexto del Grupo CIO, nos trasladamos a Gambia con la intención de originar una estructura deportiva que nos permitiese poder formar jugadores que pudieran ser susceptibles de ser exportados hacia España. En ese año, estuvimos buscando infraestructuras que ya existiesen, que funcionasen bien y empezamos a buscar un equipo que pudiésemos comprar. Fue en el 2016 cuando compramos un equipo que se llama Waa Banjul, que en aquel entonces era un equipo de Segunda División y ahora ya está en Primera División. Siempre nuestra intención fue montar una estructura deportiva, que nos permitiese traer jugadores a España y a Europa”.

¿Cuál es el proceso que se empieza desde que ustedes ven a un jugador con potencial, pasando por todo el trámite burocrático hasta que esos jugadores puedan estar desarrollando su actividad deportiva en España?

“Cuando compramos el equipo, queríamos al equipo más joven que había en Gambia. Considerábamos que la estructura ya existía, funcionaba perfectamente. Por consiguiente, lo que hemos hecho es heredar la gestión del equipo. Los propietarios anteriores siguen teniendo una participación. Digamos que la estructura permitía tener más talento deportivo. Lo que hemos hecho nosotros es darle la perspectiva de poder apadrinar a esos jugadores y traerlos a Europa. Lo primero en lo que trabajamos fue en el enfoque de saber si nuestros jugadores tenían la calidad suficiente para triunfar. Entonces, se prestó a ello el Club Deportivo Tenerife y en su momento vinieron Antonio Hernández y Sesé Rivero. Vieron nuestra estructura, nuestro equipo y la academia y consideraron que teníamos una cantera lo suficientemente atractiva para empezar a traer jugadores que pudiesen triunfar en Europa. Esto fue hace dos años y medio, aproximadamente. Lo que pasaba era que nuestros jugadores eran demasiado jóvenes”.

¿Qué pasos hay que seguir para que puedan entrar en España?

“Entonces FIFA no te permite un transfer internacional a jugadores menores de 18 años. Por consiguiente, el Tenerife para traer jugadores ha tenido que esperar una serie de años a que tuviesen la edad correcta para poder venir aquí. Los jugadores han venido, la calidad de los jugadores es excelente. Eso nos ha permitido contactar con otros equipos. Posteriormente a eso, los trámites que nosotros hacemos son dos: uno que los equipos interesados puedan ir a ver jugadores a Gambia. O también que vengan jugadores en prueba, lo cual conlleva una gestión administrativa bastante complicada, principalmente por la poca predisposición que tienen las autoridades españolas en dar visado de turista, en este caso a jóvenes promesas, a pesar de que vengan avalados por el equipo correspondiente, por el grupo CIO... Los trámites burocráticos son muy complicados. Después está la otra vertiente, cuando un jugador ya viene con un contrato preestablecido. Entonces, se presentan por contrato laboral, como si estuviesen contratando, por ejemplo, a un jardinero o un cocinero. Entonces se conceden los permisos y vienen los jugadores. En el fútbol no es complicado traer a un jugador, siempre y cuando tengan un contrato. Estamos hablando de contratos semi profesionales. Con un contrato profesional, se paga una cantidad... Pero ese no es nuestro caso, porque estamos en fase de descubrir a futuros jugadores, que vengan, que se hagan conocidos…”.

¿Cómo solventan ustedes todos estos problemas burocráticos que puedan ir surgiendo?

“Yo constantemente cuando voy a las embajadas me veo infinidad de personas haciendo realmente todos los trámites que requiere la administración española, gastándose el dinero, porque a lo mejor se desplazan hasta 1.000 kilómetros para intentar encontrar una sede diplomática española que pueda sacar visado. O sea, que esos viajes para ellos son terriblemente costosos, económicamente hablando. Posteriormente, se les cobran unas tasas de la embajada española a fondo perdido, que oscila entre 60 y 80 euros, que para ellos es muchísimo dinero, cuando en realidad, casi al cien por cien, van a recibir un no por respuesta. Venir de forma legal es tan complicado que lo único que les queda es la posibilidad de venir de otra forma. Nosotros hemos sufrido esas consecuencias, porque los jugadores pueden venir de dos formas diferentes: una, con contrato y otra, si son menores de 18 años, que pueden venir como estudiantes. Entonces su consideración es diferente”.

¿Estamos desaprovechando talento en ese sentido?

“FIFA ha cambiado el concepto de los jugadores que vienen en pateras. Por ejemplo, un jugador que venga de África a jugar a España y que sea menor de 18 años, tiene que esperar cinco años, lo cual, desde mi punto de vista y desde el punto de vista de muchas personas que están involucrados en este tipo de gestiones, es una locura. Porque no está en absoluto mal que tú puedas traer un jugador becado. Tú puedes traer a una persona para buscarle una nueva vida, tanto si es un niño muy inteligente o que sea un niño muy talentoso deportivamente. De cualquier forma, le abres las puertas para tener oportunidades en la vida. Entonces digamos que FIFA es extremadamente cautelosa, pensando que cualquier niño que tú traigas, deportivamente hablando, que tenga talento, es para hacer una especulación. Por otro lado, están los chicos que vienen en pateras que tienen unas consideraciones especiales que ha hecho FIFA y significa que entiende que un chico menor que viene pasa a estar bajo la tutela del Gobierno de Canarias o el Gobierno de España. Es decir, tienen unas consideraciones legales diferentes a las de cualquier otro niño que venga legalmente. Por lo tanto, los chicos que vienen en pateras, tienen una consideración especial en el mundo del fútbol, lo cual les permite practicar el deporte nada más llegar”.

¿Hay empatía en Europa?

“Es muy difícil entrar en Europa por parte de estas personas... Hay tan poca empatía, tan poca solidaridad para el futuro de la juventud en estos países del tercer mundo, que ellos se la juegan a venir en patera para tener la posibilidad de cambiar su vida. Es imposible que cualquier persona que venga del tercer mundo pueda entrar legalmente en Europa. Ellos saben que la única forma de venir es a través del mar”.