Pese a la incertidumbre de cara al arranque del curso en el contexto de la pandemia del coronavirus, Gobierno y comunidades autónomas han acordado que los centros educativos se mantendrán abiertos y asegurarán los servicios de comedor, siempre y cuando la situación epidemiológica lo permita.En el espacio donde coman los niños se tendrá que preservar la distancia de 1,5 metros, salvo en los grupos de convivencia, y se recomienda que se asignen puestos fijos para los alumnos durante todo el año. Turnos de comida, grupos burbuja, separación física, puestos fijos para cada alumno, aulas convertidas en comedor, limpieza extrema, monitores con bata, gorro, mascarilla y pantalla... Comer en el cole va a ser diferente este curso, pero los profesionales destacan que lo importante es que los menores tengan garantizado el servicio por sus numerosas ventajas. La principal, asegurar una alimentación equilibrada, es algo esencial para los niños de las familias más vulnerables.Rosa es monitora de comedor de un colegio público al que acuden un gran número de menores de familias en riesgo de exclusión social e, incluso, en "el extremo de la pobreza" para los que "la comida de mediodía es algo esencial". "Son niños que vienen con hambre al colegio, para muchos el menú del mediodía es la única comida que hacen al día; para ellos es imprescindible que haya clases y funcione el comedor", destaca.El 30,3 % de los menores de 18 años está en riesgo de pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística relativos a 2019, recuerda la directora de la organización Educo España, Macarena Céspedes, que enfatiza que esa situación se habrá agravado como consecuencia de la pandemia. "Garantizar el derecho a una alimentación saludable es básico y esencial para los derechos humanos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que en el proceso de desarrollo de la infancia, los niños deben comer dos o tres veces a la semana las proteínas necesarias. En España crece el número de familias que no pueden garantizar esa ingesta", sostiene Céspedes.Una cuestión también esencial para la conciliación: "Eso da seguridad a los padres y evita que se tengan que reducir la jornada o ganar menos dinero porque tengan que ir a buscar a los niños", subraya Céspedes.Nines, directora de un colegio público de Madrid, relata cómo el comedor forma parte de la vida de los niños en el centro escolar porque allí también se desarrolla el aprendizaje y la socialización. Es optimista con el regreso a las aulas, a pesar de la situación epidemiológica: "Es el momento de trabajar juntos para que todo se desarrolle con la máxima normalidad posible. En general, con buena voluntad e imaginación se pueden hacer las cosas bien. Habrá algún contagio, pero las medidas que se van a tomar a nivel educativo y de comedor son superexigentes, con lo cual se van a evitar al máximo", asegura.
#SOCIEDAD| #Educación 👩🏫📚A poco más de dos semanas para el regreso a las aulas crece la preocupación entre la comunidad educativa por el aumento de contagios de #coronavirushttps://t.co/00gYHCH55c