Hay medicamentos que faltan en España, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). La entidad señala que algunos laboratorios, como Normon, Viatris y Teva sufren desabastecimiento, lo que ha llevado a que haya tratamientos que no se encuentran en los hospitales y farmacias. Sin embargo, que no cunda el pánico porque, por muy mal que suene ‘desabastecimiento de medicamentos’, la situación está bajo control.
Así lo afirman desde el Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas (COF). Moisés Pérez, especialista de Farmacia Hospitalaria en el Hospital Doctor Negrín y vocal del área en el COF, apunta que, a pesar de que se sufre desabastecimiento en los hospitales, “no llega a afectar a los pacientes” gracias a las medidas que se toman. En cambio, los problemas de suministro pueden ser más notables en las farmacias comunitarias, aclara.
Desabastecimiento
Uno de los medicamentos que se ha visto afectado por los problemas de suministro es el cisplatino, un fármaco utilizado en tratamientos oncológicos, así como el Kreon, utilizado para enfermedades pancreáticas. Los dos laboratorios que suministran cada uno de estos medicamentos comenzaron a presentar problemas para suministrarlos, sobre todo durante el primer semestre de 2024.
La Aemps recoge - en el momento en el que se está escribiendo este texto - un total de 744 problemas de suministro activos, muchos de ellos de medicamentos hospitalarios. No obstante, este número no está suponiendo un problema grave y las medidas que se están tomando, están paliando y solventando esta situación. ¿Cómo afrontan los hospitales, entre ellos los canarios, la falta de fármacos?
Otros proveedores
Pérez asegura que, a pesar del desabastecimiento, los pacientes hospitalarios no llegan a verse afectados por ello. El hospital juega con ventaja en este sentido frente a las boticas de cara al público - expone - al contar con una amplia posibilidad de medidas para afrontar la falta y poder hablar de manera directa con el equipo médico para plantear un cambio en el tratamiento.
El farmacéutico hospitalario explica que, ante la falta de un medicamento, el primer paso es la búsqueda de otro proveedor, así como de otras presentaciones. Esto quiere decir un cambio entre las diferentes formas que hay de tomar un fármaco, ya sea comprimido o sobre, además de las dosis.
“Hacemos cambio de laboratorio y de presentaciones. Si uno no lo tiene, otro lo tendrá y si comprábamos la dosis de 1.000 mg, compramos la de 500 mg. Como la mayoría de estos fármacos se preparan en la farmacia del hospital o se administran de forma controlada por enfermería, no hay problema”, afirma.
Medicamentos extranjeros
El segundo escalón para solventar el desabastecimiento es la posibilidad de exportar medicamentos extranjeros. “En casos graves, cuando no hay proveedores nacionales o no tienen existencias, el Ministerio de Sanidad busca proveedores para adquirir medicamentos con la misma composición autorizados en otros países”, indica Pérez.
El farmacéutico explica que esto no supone un problema, ya que se trata del mismo fármaco, aunque empaquetado en otro idioma. “Si viene en inglés, no hay problema. Si la etiqueta está en alemán u otro idioma menos común, se emite una nota a enfermería y se pone a su disposición la ficha técnica”, continúa.
Un ejemplo de esta disposición es el caso de la dobutamina, que “se retiró hace mucho tiempo y nosotros la traemos del extranjero desde hace dos años”.
Cambiar el tratamiento
Si estas dos medidas no son una posibilidad, ya se opta por “cambiar el tratamiento a un equivalente”, es decir, se escoge otro fármaco que se pueda adaptar al perfil de los pacientes. La presencia y comunicación directa con el personal médico facilita toda la posibilidad de cambios de presentaciones o de tratamientos, si fuera el caso. Un aspecto con el que no pueden contar las farmacias comunitarias, en las que los pacientes se ven obligados a volver a acudir a su médico para cambiar la receta, explica Pérez.
“Solemos suplir esa falta de medicamentos, por lo que no suelen llegar a los pacientes en el entorno hospitalario”, apunta el farmacéutico, que en los dos últimos años no recuerda que haya faltado ningún fármaco porque “siempre hay otra opción gracias al abanico tan amplio que tenemos”. Una tranquilidad frente al problema tan “complejo” que supone el desabastecimiento, que “tras la guerra de Ucrania y la situación del mercado Europeo, ha venido para quedarse”.