La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife solicita un total de diez años y medio de cárcel para un hombre residente en La Orotava acusado de un delito de corrupción de menores por distribuir material pedófilo y otro de elaboración propia para el que utilizaba a sus hijas menores de edad.
La Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional para la protección de la infancia recogió, en su momento, información en el ámbito internacional sobre diversos archivos de este tipo que eran compartidos entre varias personas mediante el uso de aplicaciones basadas en mensajería instantánea.
Análisis de los dispositivos electrónicos
Tras entrar en el domicilio del acusado y analizar los teléfonos y ordenador los agentes comprobaron que había descargado y conservado 97 fotografías en las que aparecen niñas de edades similares a las de sus hijas menores desnudas en poses sexuales y siendo objeto de abusos sexuales, así como otros 53 archivos, de los que 41 se correspondían a grabaciones de sus hijas menores.
La investigación policial concretó que a través de una cuenta de correo electrónico y amparándose en un seudónimo, el encausado puso a disposición de otros usuarios más de 12 archivos en los que aparecían menores desnudos y en una actitud claramente pornográfica, así como manteniendo relaciones entre ellos o con mayores.
Hechos
El Ministerio Público concluye que el encausado ponía a disposición de diversas personas material pedófilo y otros de temática similar que tenía almacenado.
Una vez que se puso en conocimiento de la Autoridad Judicial lo descubierto se procedió a iniciar una investigación en un juzgado de Santa Cruz en la que, tras las oportunas diligencias, se consideró que el investigado eran quien podría estar detrás de esta trama usando teléfonos y ordenadores.
A continuación, se acordó la entrada y registro en el domicilio del sospechoso en La Orotava, donde vivía con su mujer y dos hijas menores.
Inautación
En la casa se hallaron e incautaron varios terminales móviles e informáticos y en concreto dos ordenadores y un teléfono móvil desde donde se habían realizado las conexiones a distintos archivos y en el que figuraban las personas con las que contactaba.
Tras acordarse por la misma resolución del juzgado de instrucción de Santa Cruz de Tenerife el volcado y análisis de los terminales incautados pudo comprobarse que el encausado no sólo almacenaba estos videos y fotografías, sino que utilizaba a sus hijas para realizarlos.
En algunas grabaciones se las veían desnudas y en otras simulando posturas sexuales.