A medida que crecemos, hacer nuevas amistades es cada vez más complicado. Ya no es tan fácil como cuando se es pequeña y de repente se hace una amiga en la playa. Se espera que las amistades se mantengan toda la vida. Pero, ¿qué hacemos cuándo no es así? ¿Dónde podemos encontrar nuevas personas con las que charlar, salir a tomar algo o hacer cualquier plan?
Las aplicaciones de citas también ofrecen la opción de hacer amistades, aunque hay quién ha decidido ir más allá. Son múltiples las personas que a través de redes sociales hacen un llamado para crear comunidades con las que poder reunirse y conocerse, y eso mismo está ocurriendo en Canarias. De un vídeo en Tik Tok planteando la idea, se terminan creando múltiples grupos de Whatsapp para organizar los planes, desde acampadas, senderismo, días de playas, etc.
Los daños del confinamiento
No es nuevo que las personas se conecten a través de las redes y crear así grupos. Ya pasaba hace años con personas con gustos similares que se ponían en contacto a través de foros o diferentes plataformas. Esta tendencia ha vuelto, ahora de manera generalizada. ¿Qué está llevando a la sociedad a recurrir a las redes sociales cada vez más?
Según la psicóloga Cintia Brito, la sociedad se ha vuelto cada vez más individualista y eventos como el COVID, donde se produjo un aislamiento real y físico, no ayudaron, además de fomentar la pérdida de habilidades sociales como la empatía, el perdón o la reparación. La falta de capacidad y posibilidad de hacer amistades también se debe a “la búsqueda excesiva de la producción y la falta de tiempo a la que nos vemos expuestos”, pues “ muchas personas tienen trabajos que les impide conectar con nuevas personas porque físicamente no tienen el tiempo para cultivar dichas amistades”.
La necesidad de socializar
La escasez de amistades o de construirlas en una sociedad que no para y ha cambiado las formas de relacionarse han provocado un alto porcentaje de personas que sufren soledad no deseada en España. Uno de los grupos poblacionales más afectados, aunque se pueda pensar que es el que menos, son los y las jóvenes. Según el estudio sobre Juventud y Soledad no deseada en España 2024 promovido por la Fundación ONCE en colaboración con Ayuda en Acción, el 25,5% de los jóvenes españoles de entre 16 y 29 años se sienten solos actualmente y el 69% de las personas se sienten solas ahora o se han sentido solas en algún momento de su vida. Además, tres de cada cuatro jóvenes que dicen sufrir soledad no deseada (75,8%) aseguran sentirla desde hace más de un año, y casi la mitad (45,7%) desde hace más de tres.
Brito destaca la importancia fundamental de la pertenencia al grupo en las comunidades humanas, señalando que por esta razón Maslow la ubicó en el segundo escalón de su famosa pirámide de necesidades humanas. "Los humanos somos seres inherentemente sociales", añade la psicóloga, advirtiendo que el aislamiento prolongado, la soledad y el ostracismo social pueden tener un impacto profundo en nuestro bienestar, como problemas de salud mental tales como la depresión y la ansiedad. Por ello, subraya la importancia de que las personas que tienen dificultades para conectarse busquen espacios y herramientas que les ayuden a desarrollar sus habilidades sociales.
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Grupos de Whatsapp para planes
Las redes sociales juegan un papel importante en las conexiones actuales. La psicóloga no las demoniza dentro de este panorama de soledad y aislamiento, sino que se trata “una vez más de cómo utilizamos dichas redes sociales”. “El internet, las redes sociales y plataformas, como Discord, en sí mismas no tienen la capacidad de aislamiento social; no obstante, sí se ha visto correlación con distorsión entre el mundo real y virtual, falta de atención hacia otras actividades, depresión, etc.en el uso abusivo”, señala.
Más allá de que el mundo virtual haya transformado la manera en la que los humanos interactúan y forman comunidades virtuales sin importar su ubicación geográfica, Brito recuerda que estas relaciones virtuales “no reemplazan al contacto cara a cara” también necesario.
Estas dinámicas en las redes han surgido por diversas personas, desde una chica que busca hacer planes con más mujeres de las islas o jóvenes que quieren hacer acampadas o senderismo en grupo. Cuelgan su vídeo en su perfil y poco a poco la gente les va comentando y respondiendo hasta crear múltiples grupos de Whatsapp en los que organizarse para llevar a cabo los planes. Muchas personas se apuntan y así se crean comunidades.