El Gobierno canario prevé dotar de psicólogos estables, en lugar de itinerantes, y de protocolos unificados de actuación a los centros de "sus" menores migrantes no acompañados para mejorar la prevención de problemas de salud mental en este colectivo o tratarlos cuando se detecten.
También trabaja en la apertura de un tercer centro terapéutico, que se sumará a los dos que operan en Gran Canaria y que atienen a los niños que precisen "pasar" por ellos para "volver a la vida normalizada".
Así lo ha anunciado este miércoles la directora general de Infancia y Familias del Gobierno canario, Juana de la Rosa, en el cargo desde el 8 de marzo, en las II Jornadas Salud Mental e Infancia en Movimiento, organizadas por Unicef y celebradas en Casa África.
5.500 menores no acompañados en Canarias
De la Rosa ha resaltado que sólo el pasado fin de semana llegaron a Canarias 117 menores en pateras y cayucos, al tiempo que ha subrayado que en las islas "hay muchas cosas que se están haciendo bien" a la hora de asistirles, acompañarles y garantizar los derechos que les asisten, para lo que se persigue acogerles en centros cada vez más pequeños, esto es, en hogares.
"Compartir es vivir y si lo hiciéramos todos, estos niños tendrían más necesidades cubiertas", ha referido De la Rosa, quien ha recalcado que pese al volumen de menores migrantes no acompañados que tutela Canarias, unos 5.500, todos ellos tienen una "vida digna", en buena medida por la dedicación de los "trabajadores saturados" que se afanan en que "estén como se merecen".
A su juicio, "los niños nunca son demasiados, son como las estrellas, que dan luz para mejorar este mundo, que necesita ser mejor. El reto que nos plantean hace que nos unamos, seamos más solidarios y mejores personas".
Las familias que llegan
José Luis Vidales, quien coordina la Unidad de Emergencias Migratorias (UEM) en Canarias, creada a finales de 2023 por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirigía José Luis Escrivá, ha explicado que este departamento, al que llegó el 5 de febrero, se encarga de gestionar a los menores que llegan al país en unidades familiares, acompañados, en el marco de una escalada migratoria que ha considerado "un problema estructural".
Los migrantes llegados a España por vía marítima han crecido un 400 % entre el primer trimestre de 2023 y el de este año, representando a 14.822 personas, frente a las 3.811 que se contabilizaban al cierre de marzo de 2023, ha dicho. El año pasado llegaron a España 710 familias: 485 por la costa atlántica y 225 por el Mediterráneo, lo que supuso la arribada de 978 menores y 47.862 adultos.
Pruebas de ADN
Hasta el 15 de abril de este año, han llegado a España en pateras y cayucos 135 familias formadas por 187 menores y 15.638 adultos, ha detallado el representante de la UEM en Canarias, quien ha destacado que los resultados de las pruebas de ADN que se practican a su llegada a la islas a estos menores se demoran un mes, lo que genera un "grave retraso" en el traslado a la Península de las unidades familiares.
"Los migrantes están aquí una media de 16 días antes de su traslado a la Península y, en cambio, las pruebas de ADN retrasan un mes las derivaciones de unidades familiares que, cuando son extensas, es decir, formadas por menores acompañados por algún vecino que tiene su tutela, lo que se hace es pedir un informe de apego, que se comunica a la Policía para que puedan salir", ha referido.
Esos informes de apego, que elaboran la Fiscalía de Menores y la Dirección General de Infancia del Gobierno canario, "tardan bastante, lo que genera un problema bastante grave que, sobre todo, sufren las entidades gestoras de los recursos, que hacen un trabajo excepcional, que va mucho más allá de sus obligaciones", ha aseverado.
Vidales ha admitido que el Ministerio no cuenta con programas de salud mental para menores, sólo de un dispositivo que trata a hombres con problemas mentales leves y que opera en Guadalajara.
Plan de Salud Mental 2019-2023
El jefe de servicio de la nueva Dirección General de Salud Mental y Adicciones del Gobierno canario, José Pereira, ha anunciado que este departamento planteará la prórroga del Plan de Salud Mental 2019-2023, al considerar que "aún queda mucho por desarrollar de este buen manual", al tiempo que ha subrayado que "no todos los menores migrantes que llegan a Canarias y han vivido experiencias traumáticas tienen problemas de salud mental".
Tras su paso por la Dirección General de Infancia del Gobierno regional, ha recordado que en diciembre de 2019 Canarias abrió el primer centro de acogida de menores migrantes, unos hogares que, a su juicio, deben contar con profesionales que sepan cuidar y tratar a estos niños con criterios comunes, ya que ellos "huyen de un sitio con una esperanza y unas expectativas que pueden crear salud o enfermedad".
Para Pereira, estos hogares son un eslabón determinante a la hora de crear en estos niños seguridad, un elemento, ha dicho, que cura heridas y evita otras.
Clases de español
La jefa de servicio de Innovación Educativa del Gobierno canario, Marisa Calcines, ha destacado que los 800 centros de Infantil y Primaria de Canarias acogen a unos 5.500 menores migrantes no acompañados, a razón de siete por cada uno, a los que se atiende con todos los medios disponibles y con los que se trabaja en la detección precoz de las necesidades educativas que precisen.
Cuando llegan a Secundaria, estos chicos reciben clases de español, idioma que aprenden con gran facilidad, mientras que los docentes son instruidos en la atención a la diversidad, en la prevención de acciones o comportamientos de odio, violencia o acoso y también reciben educación emocional, ha referido Calcines.
Traumas en la infancia
La directora de Influencia, Programas y Alianzas de Unicef España, Lara Contreras, ha resaltado que "la infancia en movimiento sufre trauma desde que salen de su casa, ya que abandona una situación de conflicto, hambre o privación para pasar por un camino que es un suplicio, ya que en él puede sufrir trata y abusos, a lo que se suma el miedo y la pérdida de personas allegadas que pueden vivir cuando se suben a una patera".
"Cuando llegan a nuestras playas, lo que necesitan es una atención inmediata que no les trate patologías de salud mental, sino que evite que las tengan, para lo que hay que brindarles una acogida lo más integral posible que también atienda la parte emocional", ha aseverado.
Para ello, Unicef ha formado hasta ahora a 500 profesionales de distintas disciplinas con el fin de que puedan "parar" el trauma que puede afectar a estos niños migrantes.