El Ayuntamiento mantiene abierta la opción de ayuda a los inquilinos de la casa quemada en Vegueta

Desde la Concejalía de Servicios Sociales se insiste en que se le ha ofrecido ayuda a los tres hermanos que vivían en la Calle Montesdeoca y que la han declinado

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Manolo, uno de los hermanos junto a la puerta de la casa quemada. / Atlántico Hoy
Manolo, uno de los hermanos junto a la puerta de la casa quemada. / Atlántico Hoy

El pasado de 11 septiembre, tres hermanos perdieron la casa en la que vivían en el barrio de Vegueta por un incendio. Eran las nueve de la noche cuando el fuego comenzó a consumir el interior de una de las viviendas más antiguas de Las Palmas de Gran Canaria. Afortunadamente, no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas.

“A mí me dieron por muerto, pero había salido justo cinco minutos antes. Sí sigue dentro mi perrita Tiana. Está carbonizada y no me dejan sacarla del interior”. Quien habla es Manolo, uno de los inquilinos de la vivienda quemada. “Llevamos ocho días durmiendo aquí en la puerta, no queremos movernos para que no se lleven nuestras cosas aunque alguna noche la hemos pasado en la marea (refiriéndose a la Avenida Marítima)”, asegura su hermano menor, Pachi.

Los dos, junto a su otro hermano Toni, habitaban la casa amarilla de la Calle Montesdeoca. “Llevamos toda la vida aquí”, cuentan los dos mientras enseñan sus DNI, en los que se puede leer claramente la dirección de la vivienda. Precisamente en la fachada de la casa, una de las más antiguas de la capital, se mantiene intacta una placa en la que se explica: "Aquí se fundó el Real de Las Palmas junto al junto al río Guiniguada y un frondoso palmeral en 1478". 

La placa queindica la antigüedad de la vivienda. Atlántico Hoy
La placa que indica la antigüedad de la vivienda. Atlántico Hoy

No quieren dejar Vegueta

Con un arraigo más que demostrado en Vegueta, ven como algo imposible tener que mudarse a algún barrio de la parte alta de la ciudad. Según cuentan a Atlántico Hoy, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no les ha ofrecido “ayuda alguna”, lo cual desmienten desde el consistorio.

“Desde la Concejalía de Asuntos Sociales se les ha hecho una oferta habitacional, pero la han rechazado. Patrimonio está evaluando bien cómo ha quedado la vivienda y los riesgos que hay en el interior. La intención es poder pintar y restaurar la parte exterior, estudiar qué se podría hacer en el interior y proceder al tapiado provisional”, confirma la administración local.

Sus antepasados la alquilaron en 1943

Corría el año 1943 cuando los antepasados de Manolo, Toni y Pachi alquilaron la casa. En aquella época la vivienda era una propiedad privada. Fue en 1960 cuando el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria compró la casa por 80.000 pesetas. El motivo de la adquisición era convertirla en una sala de exposiciones, pero como había inquilinos se le fueron haciendo subrogaciones del alquiler hasta el día del incendio.

La mayoría de los vecinos y comerciantes de la zona conoce a los tres hermanos. En ocasiones reciben ayuda vecinal para comer, y ellos mismos echan una mano en las terrazas de los restaurantes de la zona, sobre todo a instalarlas y desinstalarlas.

Los hermanos pasan el día y las noches haciendo guardia a la entrada de la vivienda. Están convencidos de que algún desaprensivo les quemó la casa porque no les quiere allí. “Mi madre rompió aguas dentro de la casa cuando estaba embarazada de mis hermanos, pero es que yo nací en ella. Saqué la cabeza demasiado rápido”, apostilla con pena Manolo, el mayor de todos, mientras se come una lata de paté con los dedos.

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