El Servicio Canario de la Salud (SCS) cuenta con el Protocolo de atención a los procesos crónicos cardiológicos en la Comunidad Autónoma de Canarias en el que se establece una atención integrada y coordinada para dar respuesta real, eficaz, eficiente y con criterios de equidad y homogeneidad en casos de insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica crónica y estable, fibrilación auricular y valvulopatías.
Se trata de una iniciativa enmarcada dentro de la Estrategia a la Cronicidad del SCS que propone un plan de actuación ante las enfermedades cardiacas más prevalentes.
Como parte de este Protocolo se puso en marcha el Plan 100 días para la insuficiencia cardíaca crónica, un proyecto desarrollado por el SCS en colaboración con Novartis y el Institute for Transformational Leadership (IfTL), para estudiar los procesos asistenciales en casos de insuficiencia cardíaca y desarrollar un proyecto integrador en el que todos los profesionales del SCS acometiesen, en equipo, una mejora asistencial integral en esta materia.
Por otro lado, el SCS desarrolló el protocolo de actuación coordinado para todos los niveles asistenciales para la atención al infarto de agudo de miocardio denominado Código Infarto en la Comunidad Autónoma de Canarias, Codican.
Esperemos que la reciente generalización de la @PCI del código infarto en Canarias y Andalucía mejore en parte este desastre epidemiológico:¿Por qué el corazón de los canarios se rompe cuatro años antes que el del resto de españoles? https://t.co/b7FAAYUObB vía @materia_ciencia— Fernando Lozano (@drlozano68) 16 de agosto de 2018
Esta guía, que puede ser consultada tanto de manera física, con ejemplares impresos, como en la página web del SCS, ha sido acompañada con la distribución de cartelería que resume, con algoritmos, los pasos a seguir, ante un evento clínico, diseñados para cada posible interviniente en su área asistencial.
Este protocolo establece los elementos esenciales que constituyen la red asistencial para cumplir, entre otros, los siguientes objetivos:
- Disminuir la morbimortalidad por infarto agudo de miocardio.
- Aplicar el tratamiento de reperfusión en tiempo y forma.
- Establecer los protocolos organizativos de activación de recursos y orden de derivaciones en todas las áreas de Salud.
- Facilitar el acceso a la red mediante un teléfono único.
— Más Que Salud (@MasQsalud) 28 de septiembre de 2018
Incidencia de las cardiopatías
En Canarias durante 2017 se registraron un total de 3.106 ingresos por insuficiencia cardíaca y que en 2015 la tasa de mortalidad alcanzó el 13,49 por ciento, lo que sitúa a Canarias por debajo de la media nacional, marcada en el 16,85 por ciento.
En el caso del infarto agudo de miocardio la tasa de mortalidad en Canarias ha pasado del 39,13 en 2008 al 25,08 en 2015. En cuanto a las hospitalizaciones por este tipo de episodios en las Islas en 2017 se registraron un total de 3.126.
Además, el Archipiélago a 31 de diciembre de 2016 contaba con un total de 40 especialistas consultores en Cardiología, de los cuales 16 desarrollaban sus tareas de manera virtual.
— Min. Sanidad (MSCBS) (@sanidadgob) 26 de septiembre de 2018
La importancia de la detección precoz
La fase prehospitalaria, en caso de infarto agudo de miocardio, es la más crítica, pues cuanto más se tarde en aplicar el tratamiento de reperfusión, mayor será la morbilidad y la mortalidad.
De hecho, entre el 30 y el 35% de los pacientes muere antes de que tenga lugar el primer contacto médico, de ahí la insistencia de los especialistas ante un paciente cardiópata en que acuda a los servicios sanitarios ante los primeros síntomas de manifestaciones isquémicas, además de contar con una red asistencial bien coordinada entre los servicios de salud y los sistemas de emergencia sin la cual no se podría realizar una angioplastia o una fibrinolisis a tiempo. Esta red supone un sistema integral y multidisciplinar cuya misión es reperfundir a estos pacientes en tiempo y forma adecuados y ajustados a las recomendaciones de la práctica clínica.
Para que todo ello funcione es necesario tener un protocolo claro para evitar variabilidad en las decisiones y en los tratamientos, soportado con una interconexión entre todos los intervinientes (primer contacto médico, los servicios de emergencia y la asistencia hospitalaria).