"Cuando las mujeres empiezan a avanzar en la carrera científica aparecen las trabas"

DÍA INTERNACIONAL MUJER EN LA CIENCIA I Silvia Alonso analiza la falta de vocación científica en las niñas y cómo afecta la maternidad al desarrollo profesional de la mujer

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Este lunes, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, cuyo objetivo es visibilizar la labor científica de las mujeres y fomentar las vocaciones en las niñas.

Con motivo de esta fecha y para poner el foco en el papel de las mujeres en la ciencia y la necesidad de fomentar la igualdad también en esta área, AtlánticoHoy ha entrevistado a Silvia Alonso, directora del Máster Universitario de Energías Renovables, experta en Física de la Atmósfera y responsable del Observatorio de Género de la Universidad Europea de Canarias para profundizar en aspectos como el techo de cristal, cómo la maternidad influye en el desarrollo profesional de la mujer así como la ausencia de modelos a seguir para fomentar las vocaciones de las niñas en carreras científicas.

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Este lunes es el día de la mujer y la niña en la Ciencia / 11defebrero.org


- El 11 de febrero es el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. ¿Son necesarios realmente los Días Internacionales? ¿Realmente mueven conciencias?
“Este Día Internacional surge en 2015, así que es relativamente reciente. Lo proclamó la Asamblea General de las Naciones Unidas y es útil porque uno de los grandes problemas que existen en este tema es la escasa visibilización de las mujeres en la ciencia, de su papel, más allá de los problemas que luego existen como el techo de cristal, también presente en nuestra carrera investigadora. Asimismo, es importante para crear roles. Sobre todo cuando se habla del Día Internacional de la Mujer y de la Niña concretamente. Es importante que tanto los niños como las niñas, especialmente ellas, conozcan efectos reales de mujeres que pueden tener a su alrededor".

- Lo comenta porque faltan vocaciones entre las niñas y jóvenes.
"Claro. Cuando se habla de fomentar vocaciones parece que se trata de reclutar mujeres para la ciencia, pero cada uno estudia lo que quiere. Sí es interesante que tengan esos modelos a seguir, que conozcan a mujeres que hacen ciencia y que lo vean alcanzable. Que sepan a qué se pueden dedicar dentro de la ciencia. Que conozcan cómo es la carrera científica”.

- ¿Nos falta vocación o nos la quitan? ¿Cree ahora mismo que las niñas piensan que no se pueden dedicar a esto o que no es lo más adecuado para ellas?
“Hay una problemática que se conoce. Si vas a un colegio y le pides a niños y niñas pequeños que te dibujen a un científico, normalmente te van a dibujar a un hombre. Si vas a un instituto o sales a la calle y preguntas por nombres de científicos es muy probable que te digan nombres de físicos. Preguntas por científicas y seguramente se nos vienen muy pocas a la cabeza. Y hemos tenido mujeres muy importantes. Si no recuerdo mal, han sido 17 premios Nobel mujeres en total, no solo en ciencia. Han sido muy pocas las mujeres reconocidas, y no porque no estuvieran ahí, pues hay ejemplos muy sonados de mujeres que hicieron descubrimientos muy importantes como el de la doble hélice del ADN, de Rosalind Franklin. El premio Nobel no lo recibió ella, sino dos hombres que cogieron su investigación y la reescribieron. Lise Meitner estaba en el grupo de investigación que descubrió la fusión nuclear pero ella no recibió tampoco el premio, sino un compañlero del grupo, pese a que ella hizo gran parte del trabajo. Hay muchos ejemplos de mujeres que no han sido reconocidas. Ahora vamos a los centros a explicarle nuestra trayectoria científica a los alumnos, de qué va nuestra área de estudio y cómo hemos llegado hasta aquí, y a los niños les llama mucho la atención qpor ejemplo que, si no fuera por una actriz de Hollywood, no tendríamos ahora mismo wifi, bluetooth, o teléfono móvil, porque ella fue la que en buena parte inventó todo esto. Era Hedy Lamarr. Muchos se sorprenden cuando cuentas estas historias de mujeres científicas, tecnólogas, que no han sido reconocidas hasta ahora. Esta jornada del 11 de febrero sirve para visibilizar todo esto y mucho más".

"Me ha ayudado en mis metas profesionales el no tener hijos. Veo a otras compañeras que iniciaron conmigo la carrera investigadora y muchas se han bajado del carro por esto. Si dejas de hacer publicaciones científicas en tu periodo de baja maternal aparece un hueco en tu currículum difícilmente salvable porque un hombre te puede adelantar por la derecha"
- ¿Cómo está nuestro país, y más concretamente, nuestra comunidad autónoma en este sentido?
“En acceso a carreras científicas y tecnológicas en España ganamos frente al resto de Europa porque son más chicas las que se matriculan en carreras de este tipo. Lo que ocurre es que una cosa es la cantidad de mujeres que se matriculan y otra lo que sucede a lo largo de su carrera. Cuando las muejres empiezan a avanzar en la carrera científica o investigadora, ya sea en Ciencias Básicas o en Ciencias Sociales, es cuando empiezan las trabas y el techo de cristal. Ahí vamos cayendo las mujeres. En carreras biomédicas, de Ciencias Sociales, que tradicionalmente, y sigue siendo así, son más las mujeres que entran que hombres, te encuentras que en los puestos más altos para avanzar en la carrera profesional no hay tantas mujeres. En las universidades, los catedráticos son mujeres en menos del 25 por ciento de los casos. Por contra, en la Universidad Europea de Canarias tenemos mucha suerte porque, para empezar, tenemos rectora, y no es tan habitual desgraciadamente. Además, en los puestos de dirección de departamentos también hay muchas mujeres. Aquí lo están haciendo bien, pero no es lo habitual".

-Usted es profesora. ¿Cómo ve a sus alumnas? ¿Está cambiando su percepción personal de que pueden hacerlo? ¿Se interesan más por la ciencia?

"Realmente en lo que respecta a los datos de matriculación en algunas ingenierías, y en el área en que soy especialista en Física, desgraciadamente están descendiendo las matrículas de mujeres y en ese aspecto hay que trabajar porque se está perdiendo un montón de talento.  Estoy segura de que muchas chicas jóvenes se interesan por la física, pero a lo mejor tienen unos modelos en los que fijarse que no son los adecuados o reales".



- En su caso, ¿le ha sido difícil llegar a cumplir sus metas profesionales por ser mujer?
"A lo mejor me ha ayudado el no tener hijos. Veo a otras compañeras que iniciaron conmigo la carrera investigadora y muchas se han bajado del carro por el tema hijos. Si dejas de hacer publicaciones científicas en tu periodo de baja maternal aparece un hueco en tu currículum que luego, a la hora de presentarte a alguna convocatoria de proyectos, es difícilmente salvable porque un hombre te puede adelantar por la derecha. Ese es un problema. Se podrían mejorar estas situaciones para que se tenga en cuenta que esos periodos de inactividad necesaria no repercutan negativamente. Yo he podido avanzar en mi profesión. Dirijo el máster en Energías Renovables, doy clase en la Universidad Europea de Canarias, sigo con mi carrera investigadora y coordino la investigación aquí en la universidad, que es otra tarea de gestión importante".

- ¿Cuáles son las luchas que aún nos quedan? ¿En qué otros aspectos debemos centrar nuestros esfuerzos?

"Yo creo que sobre todo la concienciación de los más pequeños en los colegios. Todos podemos llegar a dedicarnos a la ciencia, a la tecnología, a las ciencias sociales, la investigación, etc. No deberías tener más dificultades por ser mujeres. Todos tenemos la misma capacidad si a uno le gusta y le pone ganas. Hay que trabajarlo, pero todos podemos llegar ahí. También falta trabajo en las normas que se ponen en las convocatorias de concursos, proyectos. Hay que modificar estos puntos para que, al final, todo el mundo tenga las mismas oportunidades y eso nos ayude a romper un poco ese famoso techo de cristal".