Casillas ha comparecido esta mañana ante el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria para responder por las denuncias que han formulado contra él un ciudadano de Sevilla y la Asociación de Abogados Cristianos, basadas en la misma actuación que la Fiscalía de Las Palmas ya examinó hace meses, sin apreciar en ella delito.
Finalmente, el ciudadano de Sevilla que presentó una denuncia no ha comparecido hoy ante el Juzgado, por lo que solo se ha mantenido la acusación de la Asociación de Abogados Cristianos, que le imputa un delito de incitación al odio y otro de ofensa a los sentimientos religiosos.
Borja Casillas ha insistido en que "fue una expresión artística y en ningún momento traté de ofender a nadie", tras prestar declaración y responder a preguntas como si había sido consciente del daño que podía hacer a otros, ha dicho el acusado a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.
Tras la declaración de Borja Casillas, el Juzgado deberá decidir si archiva el caso, solicita más pruebas o considera que hay delito, supuesto este último con el que se abriría juicio oral, ha señalado la abogada.
El acusado ha expresado su deseo de que la situación se aclare cuanto antes, que se archive el caso, y así, "cada uno con lo suyo y Dios con lo de todos".
Borja Casillas siempre ha defendido que su espectáculo se inspiró en otros artistas que también ha utilizado símbolos o imágenes católicas en sus actuaciones o videoclips, como las cantantes Madonna y Lady Gaga.
En marzo pasado, la Fiscalía de la Audiencia de Las Palmas ya archivó sus diligencias al respecto al considerar que no hubo "voluntad de ofender" a una religión, sino una "crítica ácida" realizada en un contexto de carnaval, y por tanto, no apreciar delito alguno.