Si quieres algo, ve a por ello

Decía Aristóteles que “somos felices cuando hacemos algo que nos conduce a algo que queremos”.

Guardar

Featured Image 7053
Featured Image 7053
Hay una fuerza extrañamente poderosa dentro de cada uno/a de nosotros/as que nos empuja a la acción cuando deseamos algo con todo nuestro ser: esa fuerza es el entusiasmo.

En ocasiones, nos dejamos arrastrar por este entusiasmo y nos ponemos manos a la obra.  Vamos dando pasos y salvando los obstáculos que se presentan en ese camino hacia nuestro objetivo. Aunque, a veces, el deseo de abandonar se hace muy latente.
Pero, si deseas algo, si de verdad lo sientes, si tu intuición te dice que ¡adelante!... no lo dudes, la recompensa llegará, a pesar del esfuerzo que esto suponga. Y, sobre todo, no te engañes, nadie lo podrá hacer por ti.

Image
¿Para qué ser feliz sólo al final del trayecto, pudiendo serlo en cada una de las paradas? | IMAGEN DE LA RED

Queremos darte algunas claves acerca de cómo puedes hacerlo.

-    Confía en que podrás afrontar lo que vaya surgiendo en el día a día hasta llegar al objetivo final.
-    Sé tú mismo/a, se genuino/a, porque esto hará que aumente tu confianza. Cuando “haces” desde lo que eres y desde quien eres, aciertas. Esto no es incompatible con que aprendas de personas que te inspiran y que tengas como referencia. Es importante que hagas tu propia adaptación para que te sientas cómodo/a.
-    Recurre a todas tus cualidades y capacidades y aprovecha para ponerlas en valor.
-    Enfócate en lo positivo que te ofrece la experiencia. Si te equivocas, vívelo como una oportunidad para aprender a hacerlo de otra manera.
-    Dirige tus pensamientos hacia donde te interesa. Pon la mente a tu servicio y no te pongas tu al servicio de ella.
-    No compres la aprobación externa. Será suficiente, y mucho más satisfactorio, que seas tú quien apruebes lo que estás haciendo. Recuerda que quien no la busca es porque ya la tiene.
-    Prepárate para afrontar las dificultades.
-    La perseverancia es una buena aliada. Recuerda que quien la persigue la consigue.
-    Celebra cada logro, cada meta…

Y, por último, y no menos importante, te recomiendo que disfrutes del viaje y no sólo de llegar al lugar de destino. ¿Para qué ser feliz sólo al final del trayecto, pudiendo serlo en cada una de las paradas?

Decía Aristóteles que “somos felices cuando hacemos algo que nos conduce a algo que queremos”, y yo lo creo así.