"Los temas de interés mutuo se podrían tratar con toda naturalidad durante la visita", dijo en una rueda prensa el portavoz al ser preguntado por la posibilidad de que se aborde una primera toma de contacto entre Washington y Pyongyang.
Aunque su itinerario aún no esta confirmado, se espera que Ivanka aterrice el 23 de febrero en Seúl para asistir, dos días después, a la ceremonia de clausura de los Juegos de Invierno que se celebran en el condado surcoreano de PyeongChang y en el marco de los cuales se ha producido un importante acercamiento entre las dos Coreas.
Seúl cree que este "deshielo olímpico" entre los dos países, técnicamente aún en guerra, podría servir de acicate para que a su vez Washington y el régimen de Pyongyang decidan volver a la mesa de negociación.
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— ABC.es (@abc_es) 18 de febrero de 2018
El portavoz de la cancillería surcoreana también indicó que se estudia qué papel jugará en la visita de Ivanka la ministra de Exteriores Kang Kyung-hwa, dado que ambas han estado involucradas en la defensa de los derechos de la mujer, según la agencia Yonhap.
Aunque su itinerario aún no esta confirmado, se espera que Ivanka aterrice el 23 de febrero en Seúl para asistir, dos días después, a la ceremonia de clausura de los Juegos de Invierno que se celebran en el condado surcoreano de PyeongChang y en el marco de los cuales se ha producido un importante acercamiento entre las dos Coreas.
Medios surcoreanos han apuntado además a que el propio presidente surcoreano, Moon Jae-in, podría mantener una reunión con Ivanka y asistir con ella a una prueba de esquí ante la importancia que tiene su viaje, dado el peso que la hija del presidente tiene actualmente en la Casa Blanca y el momento en que se produce la visita.
Seúl quiere además que su recibimiento no se quede por debajo del trato recibido por Kim Yo-jong -hermana del líder norcoreano Kim Jong-un- y el resto de la delegación que la acompañó durante su histórico y reciente viaje para asistir a los Juegos de PyeongChang.
El viaje de Ivanka Trump podría servir para mejorar la expectativas de Washington, que hasta ahora se ha mostrado escéptico ante la estrategia de Seúl, ante el posible reinicio de conversaciones con Pyongyang.