Practicó el deporte rey, pero se retiró pronto y enseguida cambió su rumbo a los despachos. Con solo 26 años se convirtió en el presidente del Granadilla, en Segunda Regional, y lo ascendió hasta llegar a Preferente.
En el año 1988 acepta el reto del entonces presidente del CD Tenerife, Javier Pérez, y entra como vicepresidente del club, ascendiendo esa temporada a la Primera División. Tuvo un segundo ciclo en la institución blanquiazul en el año 2003 de la mano de Víctor Pérez Ascanio. Fue letrado del consejo, después abogado del club y concluyó su etapa en el Tenerife cómo miembro del Consejo de Administración.
En 2013 recibe una petición de auxilio de Andrés Clavijo y Eduardo Chinea para evitar que el Charco del Pino de féminas desapareciera, proyecto que Sergio Batista aceptó con el objetivo de ascender algún día al club a Primera División. Así surge el Granadilla Tenerife Egatesa, del que es su presidente y que se mantienen en la élite luchando por grandes cotas.
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Sergio Batista | El Zaguan de Carlines