"Nos sentimos acosados y sin acuerdo nos vamos al cierre"

En la mañana de este miércoles, y para sorpresa de varios de los propietarios de los kioskos de la playa de Las Teresitas, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar inició la retirada de varios elementos asociados a estos y que señalan que no se regían bajo la correspondiente autorización para ocupar el dominio público marítimo y terrestre.

El presidente de la asociación explica que al otorgar las licencias había unos pliegos, unas condiciones, que se aceptaron en su momento “y luego es muy diferente cuando ya entras en materia”. En este sentido, Toribio Gutiérrez indica que cuando entran en esa materia notan “una serie de deficiencias” como que no contaban con neveras, ni almacén, siendo muy importante “porque no tenemos dónde poner las cosas”.  

Además, el empresario también recordó el añadido del tema de los horarios. “No había un decreto que decía que al ocaso había que cerrar y nos pasa muchas veces que tenemos que echar a los propios clientes. Ha habido reuniones con el concejal que le planteamos la problemática y se nos dijo que como era una concesión de Costas, tenían que actuar con ellos y ver todo este tema. No nos contestaban al respecto, argumenta. 

Es entonces cuando José Juan Toribio resalta que han recibido una notificación sobre que “nada de esto era posible y que iban a actuar”. Matiza que “este viernes” reciben una notificación conjunta, de irregularidades “dándonos tres días para poder actuar”. “¿Qué pasa?”, continúa argumentando, “pues abrimos el procedimiento jurídico y decidimos reunirnos tal día como hoy para ver cómo actuar al respecto y la sorpresa es que esta mañana nos encontramos con la Policía, con los medios y han empezado a llevarse todo”, comenta señalando a los operarios que mientras nos atiende el empresario retiran una tarima del kiosko Caracol que excede las limitaciones.

“A mí me han quitado las mesas de las hamacas, las neveras, la máquina de tabaco y ahora estamos aquí en El Caracol, que le están quitando hasta la tarima, y al Bambú lo mismo, que le han quitado hasta las neveras”, resalta resignado.

Lo más grave para el presidente de la Asociación de Hosteleros Quioscos Las Teresitas es que “no salen las cuentas”, indicando que “los gastos se han incrementado una barbaridad y nos está costando mucho salir adelante. 

El sentimiento es de impotencia, desagradable. Nos sentimos acosados y pretendemos y queremos llegar a un acuerdo porque si no, nos vemos abocados al cierre”, finaliza.

El presidente de la asociación, José Juan Toribio Gutiérrez, y el abogado de la misma, Juan Inurria | AH

Por su parte, el letrado Juan Inurria asegura que "desde nuestro punto de vista, se trata de una situación desproporcionada, sobre todo porque para este tipo de acciones no hace falta llegar a estos términos, aunque son respetables también las otras opiniones". Por ello, mantiene que, en estos momentos, hay que analizar jurídicamente la situación "con todos sus pros y sus contras"

Inurria reconoció que "los empresarios de aquí tienen un cabreo importante".  Sin embargo, mantiene que, cuando se otorgaron las licencias a estos kioskos, "llamémosles de explotación, no se recogieron una serie de cuestiones que, a lo largo del desarrollo, se ha visto que íbamos necesitando". Por ello, alega que solicitaron a la Administración que "nos echase una mano, porque este es un entorno del que queremos disfrutar todos". 

"No tiene que ser un motivo de enfrentamiento", subrayó el abogado, quien insiste en que, por parte de los servicios jurídicos de la asociación, lo que van a procurar, en todos los niveles, es "llegar a soluciones en mesas de diálogo". "No queremos por nada tener que judicializar, pero, evidentemente, si no nos queda otro remedio, solicitaremos la tutela judicial efectiva, pero eso lo dejamos en un segundo plano". 

Con respecto a la postura mantenida por el Ayuntamiento capitalino, que se escuda en que lo que ha hecho es cumplir lo que requiere Costas, expone que "no vamos a entrar en la legalidad e ilegalidad, sino en si hay voluntad de sentarnos y arreglarlo". Recuerda a este respecto que "la primera norma del derecho es el sentido común, y el mismo nos viene a decir que esto hay que solucionarlo. Otra cosa es que cerremos esto y los kioskos se desmantelen porque, realmente, quien está preocupado son los empresarios porque no pueden seguir dando el servicio que le demanda la ciudadanía, quien, en este caso, demanda unos servicios acorde con la situación en la que estamos". Al respecto, mantiene que los mismos "evidentemente tienen limitaciones", por lo que solicitan a la Administración "que no sea tan formalista", porque "hay posibilidad de llegar a acuerdos y a consenso".