Sánchez augura una "desescalada" lenta y decisiones que tendrá que rectificar

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha transmitido este miércoles al Congreso que la gestión de la pandemia del coronavirus será compleja por su naturaleza y evolución

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha transmitido este miércoles al Congreso que la gestión de la pandemia del coronavirus será compleja por su propia naturaleza y evolución y, por este motivo, ha augurado una "lenta" y "gradual" fase de "desescalada" y decisiones que habrá que rectificar.

Un ejemplo de rectificación se produjo ayer cuando el Ejecutivo, en cuestión de horas, cambió el criterio por el que los niños saldrían a la calle a partir del 27 de abril: de acompañar a uno de sus padres para ir a comprar la comida a permitir los paseos.

En el pleno del Congreso que ha debatido la autorización de una tercera prórroga del estado de alarma, que previsiblemente cristalizará a pesar de los reproches de toda la oposición, Sánchez no ha calificado el viraje en las salidas de los menores como una "rectificación", sino como una consecuencia de la apuesta por la "escucha" a entidades sociales y por la unidad.

Según sus palabras, sin embargo, el Gobierno incurrirá en más "rectificaciones" durante las próximas fechas, porque del coronavirus se conoce únicamente "la punta del iceberg", de manera que tomará decisiones y, probablemente, después, deberá revertirlas. Y esto, para el presidente, no será "síntoma de desgobierno".

Sánchez ha recalcado que su propósito para controlar la propagación de la enfermedad COVID-19 es afrontarla con "humildad", ya que está en juego la garantía de la salud pública y, por tanto, las vidas de los ciudadanos. También la afrontará con "prudencia" y con "cautela", de ahí que la decisión de dejar salir a los niños se quedara en un primer momento en el acompañamiento al supermercado a uno de sus progenitores.



Una descalada con prudencia

Debido a esta "prudencia", la desescalada que tendrá lugar a partir de la segunda quincena de mayo será "lenta" y "gradual", y evitará "pasos en falso", ya que cada nueva decisión será meditada con la finalidad de evitar retrocesos, ha afirmado Sánchez.

Y precisamente por prudencia el presidente ha expuesto ante el Congreso los argumentos que le han llevado a pedir una nueva ampliación del estado de alarma y, en consecuencia, del confinamiento generalizado.

Mayo será un mes relevante por cómo se encauzará la "desescalada", pero también, ha apuntado el presidente, porque puede mostrar el desarrollo de la comisión parlamentaria para la reconstrucción social y económica del país tras la crisis del coronavirus.

En cómo será esa comisión están trabajando los grupos del PSOE y del PP; la idea es constituirla la semana que viene. Sánchez es también lo que quiere, según ha declarado.

Como lo que vendrá de la pandemia será difícil, el presidente ha apelado a la unidad y a la obtención de consensos y ha pedido que "nadie patrimonialice" el éxito de los pactos, si es que finalmente se consiguen. Su propósito de búsqueda de la unidad es "sincero". A su juicio, sería positivo que tales pactos se forjaran también en comunidades autónomas y en ayuntamientos "gobierne quien gobierne".