
Qué comer si queremos un verano saludable
Con la entrada de agosto llegamos al mes más caluroso del calendario y, con él, los riesgos anuales que las altas temperaturas traen consigo sobre la población. A pesar de que vivimos en las ‘islas afortunadas’ aireadas por los vientos alisios, el calor nunca deja de ser un problema con el que siempre hay que tener cuidado.

Para empezar, lo haremos con la prioridad: la buena alimentación. En esta ocasión, adaptada a un agosto caluroso que, quieras que no, siempre afecta a la hora de decidir qué comer y beber.

María Dolores Madan | CEDIDA
Sobre todo hay que “tener más atención con los pequeños y mayores a la hora de hidratarse", explica la experta en un tema vital como es el del agua. “Se debe tomar alrededor de dos litros de agua al día”, enfatiza como mandato número uno de las necesidades del cuerpo humano para mantenerse sano.
En cuanto a la dieta aconsejable a seguir durante estas semanas de fuerte calor, Madan recomienda “aprovechar” la fruta de temporada, “muy rica en vitaminas y minerales” y que, además, se debe tomar entera, ya que “aporta la fibra necesaria para que metabólicamente sea buena”. En su caso,los zumos provocan “un alto contenido en hidrato de carbono”.
La fruta debe tener un papel protagonista | IMAGEN DE LA RED
Madan hace hincapié en las clásicas tendencias festivas del verano, donde “hay que festejar todo comiendo y bebiendo” y que al final a la mayoría de los españoles les acaba costando “dos kilos de peso”. Por ello, la nutricionista reitera la importancia de ingerir “alimentos más bajos en calorías como las frutas, las verduras, el cocinado sin fritos y sin salsa grasa”.
Otro de los objetivos durante el tiempo libre que tienen los ciudadanos en estas fechas estivales, además de seleccionar la comida cuando corresponda, es tratar de evitar productos poco aconsejables para un verano saludable. Así, la también especialista en medicina estética incide en que la sociedad “deje de comer golosinas y no tome refrescos. Que vuelvan al agua”.
"Se recomienda hacer al día alrededor de cuatro o cinco ingestas, permaneciendo dentro el horario que tu cuerpo asimile mejor".
- Un desayuno que puede ser un yogur con una fruta picada y dos o tres nueces
- A media mañana un trozo de queso fresco con una tostada de pan de masa madre, un poquito de aceite de oliva con un poco de lechuga o jamón serrano
- En el almuerzo, una ensalada grande y variada. De segundo, una habichuelas ocn un poco de arroz y pollo
- En la merienda un trozo de melón con un cuadrado de chocolate negro, que puede ser derretido o raspado encima del melón.
- Para cenar, un revuelto con dos huevos, un poco de ajete y una ensalada verde y podemos volver a tomarnos con trozo de queso blanco de cabra.