La iniciativa, que cuenta con el respaldo del Gobierno, ha suscitado fuertes reticencias en los operadores de internet, ya que la instalación de los equipos necesarios para el análisis del tráfico requieren ingentes inversiones, que para las grandes compañías pueden suponer decenas de millones de dólares.
Los proveedores de internet de Rusia deben asegurarse de poder seguir operando en el caso de que los poderes extranjeros traten de aislar a ese país https://t.co/1mxWcZXVfT
— BBC News Mundo (@bbcmundo) 12 de febrero de 2019
Según sus autores, de aprobarse el proyecto se crea la posibilidad de "minimizar el flujo al extranjero de datos que intercambian los usuarios rusos".
Además, en caso de amenaza los operadores estarían obligados a garantizar la "gestión centralizada del tráfico", es decir, su control por el Estado.
La iniciativa prevé la creación de una infraestructura que garantice el funcionamiento del segmento ruso de internet en caso de que los operadores rusos no puedan conectarse con los servidores raíz extranjeros.
Según el senador Andréi Klishas, uno de los autores de proyecto de ley, de momento no es posible precisar una lista exhaustiva de las amenazas que podría llevar a Rusia a desconectarse de la red mundial de internet.