Santiago Negrín

Opinión

Rancho con gofio…

Guardar

Y entonces llegó Tito (Lagunero de pro) y agarró a Javi (Salmantino, asilvestrado en Canarias). Javi se peleaba con el rancho y el gofio, y Tito lo trancó y comenzó a mezclárselo. Habían acabado de leer el periódico, sopesando con detenimiento el anuncio de las ayudas del Gobierno de Canarias a las Pymes, Autónomos y negocios varios. Y parece que el asunto les dio hambre porque se zamparon, bien revueltos, un par de platos (y dos cuartas de vino) que, si me los mando yo, salgo rodando por la carretera pa abajo.El Presi Ángel Víctor y el Vice Román, salieron muy guapos ellos, y desgranaron un rancho de ayudas que quedó perfectamente alicatado con una jícara de gofio de Hermigua (ya saben que La Gomera está de moda). Y entonces la Tierra fue…un plan con 165 millones en ayudas directas, y el acuerdo de retrasar a las empresas el pago de los impuestos (los de Canarias claro...) durante seis meses.Eso supone para el Gobierno retrasar el cobro de unos 42 millones en deudas. Pero la cuestión ahora es si son ayudas directas o no. Vamos, que si las “perras” llegarán a las escuálidas cuentas de las empresas de manera efectiva o no. Lo digo porque son 165 millones que vendrán de ayudas europeas, las cuales no se caracterizan precisamente por su inmediatez o las facilidades para gastárselas en lo que a cada cual le dé la gana.Básicamente parece que el rancho está al fuego, pero no creo que tan bien mezclado aún, como el de Tito y Javi. Por Europa hay tipos que son más rigurosos y estrictos que la Señorita Rottenmeier. No quiere decir que aquí no lo seamos, pero a veces vemos los números con alegría, y una gran capacidad de soñar.Mientras yo, en la foto, observaba la corbata verde de Román. Pensé en eso, a ver si es color esperanza. Y Javi no perdía el tiempo fajado con el rancho mientras miraba de soslayo al Presi Ángel Víctor, y Tito mascullaba que como se iba a repartir ese dinero. Pues sí, más le vale a Canarias conseguir esos recursos, porque entonces, ni rancho, ni gofio, ni nada, y miren que tenía buena pinta.