"Queremos acabar con el mito de que los juegos de realidad virtual son sedentarios"

ENTREVISTA AH | Canary Virtual es el primer centro de realidad virtual de Canarias y hablamos con su fundadora Natalia Ridao para que nos explique en qué consiste su actividad

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Hace un año Natalia Ridao fundó con su marido Canary Virtual, el primer centro de realidad virtual de Canarias cuando había registrados 150 centros en todo el mundo. En la actualidad hay más de 4.000.

Canarias se está posicionando como uno de los referentes en este sector. Hay diferentes tipos de simuladores, además de experiencias de realidad virtual y competiciones de los  e-Sports. 

En Canary Virtual encontramos más de 100 experiencias para todas las edades y gustos, desde transportarte a Argentina a explorar las profundidades marinas.





¿En qué momento deciden emprender y crear el centro? 

Todo empezó porque somos unos friquis de los videojuegos. Llegamos a Tenerife y conocimos a un chico que estaba mostrando el tema de realidad virtual con un simulador. En ese momento mi marido y yo nos planteamos que este negocio había que estudiarlo. Dimos con la idea de Arcade, que es un negocio que estaba surgiendo en ese momento en todo el mundo, más enfocado en América y en Japón. Aquí en España había, en ese momento, cinco centros de realidad virtual, en Barcelona, Madrid y Málaga, pero ninguno en Tenerife. Así que montamos el primer centro que era más pequeño para probar si a las personas les gustaba. Un año después abrimos este centro que es más grande y coincidió la inauguración con la celebración del Día del Orgullo Friqui.

¿Cómo ha sido la acogida?

Al principio nos costó mucho porque las personas se preguntaban que qué era. Había otras que, cuando entraban y veían a un cliente que lo estaba usando, se quedaban mirando como si fueran robots, pero poco a poco se han ido acostumbrando. Nosotros antes teníamos un local más pequeño en la Calle del Pilar, nos hemos cambiado a la Rambla Pulido y ya muchos de esta zona se han acostumbrado a vernos, sienten curiosidad y entran a probarlo. Hay clientes desde los cuatro hasta un grupo de señoras de 60 o 70 años que nos buscan para ver experiencias del Circo del Sol, o bajo el mar. Poco a poco se va haciendo una bola grande y todos quieren probarlo, así que podemos decir que ha sido buena.






¿Qué truco hay para que el público en general se interese por la realidad virtual?

Hay que ofrecer algo distinto porque no todos tienen los mismos gustos. Un tema que a nosotros nos encanta es cuando vienen grupos familiares con niños pequeños de cuatro, cinco o siete años, hasta el padre y la madre. Tenemos un juego que es multijugador que es de realidad virtual, ahí se cambian la ropa, se ponen como ellos quieren y luego se encuentran en ese mundo. Las experiencias y las expresiones son impresionantes. El hecho de ver a los jugadores de todas las edades contentos y sorprendidos a la vez por lo que están viendo es impresionante. Luego, cuando vienen otras personas que nunca lo han probado empezamos con experiencias más suaves y que ellos vayan asimilando lentamente lo que están viviendo. Aparte, utilizamos un sistema de gafas de alta gama, que son distintas a las que utilizamos con el móvil y hace que tengas una inmersión completa dentro del juego. Te sientes dentro de la experiencia.

¿Quiénes forman el equipo?


Mi marido yo somos los fundadores. Pero alrededor hay un montón de personas que están trabajando y haciendo cosas interesantes. Tenemos una alianza con Canarias 360, que ellos hacen fotos y vídeos 360 grados, desarrollos de videojuegos, robótica, 3D y todo va de la mano. La realidad virtual, como bien lo dice uno de los ejecutivos de Oculus, ‘sus usos son infinitos’. En este sentido puedes ir enlazando sectores que ni te imaginabas con nuestro mundo. Hemos ido de educación, medicina, motores, coches, y tecnología.





¿Cómo es la experiencia con los usuarios? 

Tenemos un grupo de ocho o diez señoras que ellas no tienen miedo a nada. Una es de Argentina y me dijo que le pusiera un viaje a Bariloche que llevaba 30 años sin ir, se pone sus gafas y viaja. Nos contó que su casa era pequeña y 30 años después su hogar formaba parte de un centro comercial y se emocionó. Es bonito también ver cómo la gente reacciona. También hay personas que se ponen sus gafas y te dicen que se las quites por la impresión que puede llegar a dar. Pero nosotros intentamos que el choque no sea tan violento, si no lo has probado nunca, te vamos iniciando desde lo más básico, pero si vemos que eres súper guerrera vamos a matar zombis.  

Hay más de cien experiencias para todas las edades, pero la suya en concreto, ¿cómo la consiguen?

Es una experiencia con Google Earth versión realidad virtual, donde tú te pones las gafas eliges el destino y puedes estar dentro del mapa, observar todo el relieve. Dentro hay una opción que es el Street View, llegas al lugar y es como si estuvieras en el sitio, puedes ver la calle, las tiendas, las personas. A mí lo que más me ha sorprendido es que vienen personas de muchísimos lugares y te piden ir a sus casas porque hace mucho tiempo que no las ven. Nosotros le hacemos una foto de la casa y se la llevan y se van muy contentos.

"Puedes ver a las personas mayores que se vuelven pequeñitos jugando al paintball y los ves tirados en el suelo"

¿Qué otra anécdota te ha llamado la atención? 

Tenemos desde los que se han caído, a personas que lloran de emoción, niños que sueñan con ser, por ejemplo, biólogos marinos y tenemos una experiencia debajo del agua. Estuvimos hace poco en el Festival Oreo y pusimos el encuentro con la ballena. Había un chico que soñaba con ser biólogo, se sabía los nombres de todos los animales que veía a su alrededor y al día siguiente repitió y fue con su ropa de peces, hizo su cola y me dijo: ‘estoy aquí otra vez, vuélvemelo a poner por favor’. Tienes que vivirlo y creo que ese es el motor de nosotros, todos los días ofrecer una experiencia nueva. Puedes ver a las personas mayores que se vuelven pequeñitas jugando al paintball y los ves tirados por el suelo.





Valora el impulso que se le está dando a este sector en la isla 

El impulso que le están dando ahora mismo a la tecnología en Tenerife es bastante bueno y se agradece porque es cierto que la diferencia entre el Archipiélago y la Península es bastante grande. Nosotros hemos querido llegar un poco más allá de llevarlo a que no sea solo algo tecnológico exclusivo, ni que sea sólo juegos, sino tratar de transmitir sensaciones al resto de los usuarios que no saben nada de tecnología.






¿Están realizando más proyectos de realidad virtual?

Sí, uno de ellos es la Liga VR donde están compitiendo países como Rusia, Rumania, Estados Unidos y, actualmente, ya está empezando a tener auge en España. Gracias a TGX y la colaboración que hemos tenido, estamos empezando con la liga VR Canarias, donde tenemos pensado que participen tanto los equipos que ya existen de e-Sports de Tenerife o de otras islas como personas que no estén metidas necesariamente en este mundo. Es un proyecto bastante ostentoso. La idea principal es quitar el tabú de que los e-Sports son sedentarios, que te enferman. Por ejemplo, cuando juegas al paintball, sudas mucho y pierdes un montón de calorías.