Emili Quevedo, máximo encargado del diseño del operativo de los Mossos para el 1-O, ha comparecido ante el tribunal para corroborar el testimonio de Manel Castellví, otro alto mando de la policía autonómica, a la hora de incriminar directamente a Puigdemont como el responsable de seguir adelante con el referéndum, desoyendo las advertencias de "problemas de seguridad" para aquella jornada.
DIRECTO https://t.co/RhNv9NpqXG El máximo responsable de la Guardia Civil en Cataluña declara que tanto el 19 como el 20 de septiembre ya hubo "sombras de duda" sobre la actuación de los Mossos pic.twitter.com/5guJNGyuDT
— EL PAÍS (@el_pais) 7 de marzo de 2019
Lo hicieron en sendas reuniones el 26 y 28 de agosto de 2017 en las que "obviamente", ha dicho, los Mossos les trasladaron la posibilidad de "choques" y "enfrentamientos" entre los concentrados y las fuerzas de seguridad del Estado haciendo constar en varias ocasiones que su prioridad era cumplir la orden judicial de impedir el referéndum.
Pero la respuesta de Puigdemont, cuya presencia en esos encuentros dejaba ver que "eran reuniones casi sin precedentes", ha explicado Quevedo, fue tajante: "Dijo que el Govern tenía un mandato que cumplir y que lo iban a cumplir y llevar adelante, porque había sido avalado por los resultados electorales".
En aquellas citas, ha detallado, Forn calló y Junqueras, que solo estuvo en la del 28, "dijo que no habría ningún tipo de resistencia" y que "cuando los agentes intervinieran, la gente iba a dejar que pacíficamente los cuerpos policiales actuaran" para cumplir con el mandato judicial de cerrar colegios y requisar las urnas.
"Es obvio que ellos conocían que una cosa y otra era incompatible", ha añadido Quevedo, quien ha revelado que la policía catalana era consciente de que había "una posibilidad real" de no poder impedir el 1-O.