El exdirector general de Agricultura del Gobierno de Canarias, Javier Gutiérrez Taño, ha señalado en un artículo publicado en la revista Agropalca que su destitución fue consecuencia de su respaldo a los plataneros tradicionales frente a los nuevos especuladores del sector.
Taño asegura que su destitución, que ocurrió tres días antes de la publicación del decreto que regulará las ayudas del POSEI -en julio-, estuvo vinculada a su papel como uno de los principales defensores del proyecto dentro de la Consejería.
Este decreto ha generado debate en el sector agrícola, especialmente entre pequeños y grandes productores, debido al impacto que tendrá en el reparto de los 141,1 millones de euros que recibe el sector platanero de la Unión Europea.
El decreto
Según sus palabras, "el problema está cuando la dirección política de tu formación no reconoce ni la valía ni la capacidad de sus cargos, los mira como meros peones al servicio de una visión meramente estratégica de la política, la suya". Para él, esta visión política prioriza intereses estratégicos por encima del bienestar del sector agrario tradicional.
El decreto en cuestión, del que Gutiérrez Taño se siente valedor, busca garantizar que las subvenciones se destinen a mejorar la viabilidad de las explotaciones en las distintas zonas productoras de plátano y a contribuir al mantenimiento del paisaje rural de Canarias, vinculado a este cultivo tradicional.
Además, el texto también pretende frenar prácticas especulativas y corregir las distorsiones que, según Gutiérrez, han permitido a algunos actores inflar artificialmente sus producciones con el objetivo de recibir mayores subvenciones.
Proteger el sector tradicional
En su artículo, Gutiérrez Taño subraya que el nuevo decreto tiene como finalidad restablecer el propósito original de las ayudas del POSEI, las cuales deberían funcionar como un complemento de renta para los agricultores, en lugar de un mecanismo que incentive la sobreproducción para maximizar los beneficios de las subvenciones.
Según su visión, el decreto también insta a los agricultores a enfocarse más en el mercado y en las demandas reales, en lugar de producir exclusivamente con fines especulativos.
El exdirector general también destaca que el proyecto tiene como efecto colateral positivo la reducción del fraude en el sector, ya que elimina la posibilidad de que ciertos productores inflen sus cifras de producción para obtener mayores ayudas de la Unión Europea. Esta práctica, según Gutiérrez Taño, ha sido uno de los principales problemas que el decreto busca corregir.
Mantener la esencia
Gutiérrez Taño concluye su artículo expresando su deseo de que el decreto mantenga su esencia original y no sea alterado a medida que avance su tramitación. "Espero que el borrador mantenga su contenido original y llamo a la vigilancia para evitar cambios que lo desvirtúen", escribió, refiriéndose a la posibilidad de que el decreto pueda ser modificado bajo presiones de grupos interesados en mantener el statu quo en el reparto de las ayudas.
El sector platanero en Canarias ha sido históricamente uno de los más importantes, y cualquier cambio en su regulación es motivo de preocupación tanto para pequeños productores como para grandes compañías. La polémica en torno a este decreto y la destitución de Gutiérrez Taño pone en el centro del debate el equilibrio entre la protección del cultivo tradicional y los intereses de los grandes productores.
El exdirector general de Agricultura del Gobierno de Canarias dejó claro en su artículo que su destitución no fue producto de una decisión técnica, sino política, y advirtió de la necesidad de mantener una normativa que priorice el desarrollo del sector agrícola en armonía con las necesidades del mercado y la sostenibilidad de las zonas rurales de Canarias.