El grupo de vecinos de Las Palmas de Gran Canaria que solicitó suspender el concurso del proyecto del Paseo Guiniguada ha seguido dando pasos para tratar de conseguir su objetivo. Tras solicitarlo al Ayuntamiento, ha presentado escritos al Cabildo insular y al Gobierno de Canarias para que las administraciones insten a paralizar el proyecto.
Los denunciantes argumentan que el proyecto incumple diversas normativas urbanísticas y medioambientales, además de ignorar la planificación territorial establecida tanto en el Plan General de Ordenación (PGO) municipal como en el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria (PIO).
Una zona amplia afectada
Los vecinos señalan que el Ayuntamiento pretende ejecutar obras en el Barranco Guiniguada sin haber aprobado previamente el Plan Especial de Ordenación requerido. Este documento es un paso obligatorio para definir la gestión y ordenación del área, que cuenta con una superficie de más de 109.000 m². La ausencia de este plan impide una adecuada evaluación de los impactos urbanísticos, ambientales y sociales del proyecto.
“No se puede empezar la casa por el tejado”, señala José Fernández Pérez, ingeniero de caminos, firmante del escrito y exdirector general de Costas en el Gobierno de España durante la primera legislatura presidida por Zapatero. “Es un ámbito grande, que abarca el cauce del barranco y sus alrededores, por lo que es necesario hacer un plan especial para analizar todo el conjunto del área, ya que pueden existir una serie de problemas”.
En el escrito, por ejemplo, apuntan que afectaría indirectamente a una zona mucho más extensa, de unas 340 hectáreas, y no contempla soluciones para conectar barrios históricos como San Juan, San Roque, San Francisco, El Batán, entre otros.
Abrir el barranco
Además de la necesidad del Plan Especial, los denunciantes también critican que el Consistorio haya decidido mantener las estructuras de hormigón que canalizan el barranco, contradiciendo el Plan Insular, que sugiere su posible demolición para mejorar la conectividad y recalificación del espacio.
“El Ayuntamiento no está haciendo los deberes y se está saltando pasos”, indica Pedro Sosa, arquitecto urbanista, denunciante y exjefe del Servicio de Ordenación de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias.
“El Plan Insular plantea la posibilidad de abrir el barranco y se lo están saltando. No entendemos por qué se niegan a ello cuando es necesario plantearse su apertura para evitar sucesos como el de Valencia, porque hace falta terreno que filtre”, señala.
Asimismo, matiza que la carretera que atraviesa el barranco está “obsoleta” y que su principal cometido, que era conectar el centro de la ciudad, ya está resuelto por los túneles de San José, así como por otros accesos.
Cooperación administrativa
Los denunciantes subrayan también la falta de cooperación interadministrativa, dado que el proyecto afecta competencias tanto insulares como autonómicas. Según la Ley 4/2017 del Suelo de Canarias, cualquier proyecto en este tipo de áreas debe coordinarse con otras administraciones. De ahí que hayan decidido, además, instar a Cabildo y Ejecutivo para que actúen de forma preventiva para evitar la ejecución del proyecto.
Los vecinos recuerdan que la zona del Guiniguada es estratégica para la ciudad, ya que conecta los barrios de Vegueta y Triana, y consideran que cualquier intervención debe garantizar su integración armónica con el entorno, priorizando la calidad urbana y la sostenibilidad.
Alternativas
Sosa concluye criticando que el proyecto del Paseo Guiniguada, sin considerar la posibilidad de destapar el barranco, se limita a una intervención decorativa superficial, como "pintar rayas sobre el pavimento".
Señala que este tramo tiene un valor histórico único en la ciudad, distinto a áreas comerciales como Mesa y López. Resalta que cubrir barrancos para construir carreteras era una práctica común en el pasado, cuando los coches eran prioritarios, pero considera que es momento de buscar alternativas más adecuadas y respetuosas con el entorno y su significado.