Cincuenta migrantes son atendidos en la comisaría de Santa Catalina aunque no reúne las condiciones

Los migrantes se trasladaron este martes hasta las dependencias policiales para mostrar su malestar por las condiciones en las que se encuentran en La Casa del Marino

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Los migrantes en la entrada de la comisaría de Santa Catalina este martes / ATLÁNTICO HOY
Los migrantes en la entrada de la comisaría de Santa Catalina este martes / ATLÁNTICO HOY

Alrededor de medio centenar de migrantes han tenido que ser atendidos este martes en la comisaría de la Policía Local ubicada en el parque de Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria. Según ha denunciado el sindicato CSIF, los subsaharianos estaban muy descontentos, hambrientos y protestaban por las condiciones en las que se encontraban en La Casa del Marino mientras eran ayudados dentro de las dependencias policiales.

El sindicato de los trabajadores ha denunciado que el edificio policial no se encuentra habilitado para la atención de ciudadanos dentro de las instalaciones. “Llevamos tiempo denunciando ante el concejal de seguridad Josue Iñiguez, que en las dependencias de Policía Local no se cumplen las  recomendaciones de autoprotección para los cuerpos de Policía Local por la secretaría de estado de seguridad, que establece que se prestará atención al control de todas las personas que accedan a las dependencias, y se adoptarán medidas para limitar su libertad de movimientos a espacios debidamente controlados cuando se trate de individuos ajenos a las Fuerzas de Seguridad”.

Detector de metales

Según el sindicato las instalaciones no disponen de detectores de metal, ni de la posibilidad de atender a alguien manteniendo el distanciamiento físico necesario. “Hay que recordar que España se encuentra en riesgo alto de alerta antiterrorista (nivel 4) y nadie, independientemente de su origen debería acceder a las dependencias policiales”, aseguran los funcionarios.

Esta comisaría no ha estado exenta de polémica en los últimos meses. En octubre del año pasado una mujer intentó entrar y estuvo a punto de romper la cristalera. Allí operan un centenar de policías de la Unidad del Distrito Isleta-Puerto-Guanarteme, a los que la obra de reforma de la misma, ha dejado a merced de los intrusos porque donde antes había unas rejas ahora hay unos cristales mal ajustados y de fácil apertura.

De hecho, unos días antes, un hombre se coló dentro de las instalaciones y tras darle un puñetazo a uno de los agentes que se encontraban de vigilancia intentó arrebatarle la pistola. Afortunadamente pudo ser detenido y todo quedó en un susto.