Llega el frío y nuestra nevera y despensa comienzan a llenarse de alimentos de temporada que, en esta época del año, tienden a tener una tonalidad anaranjada. Algunos de los más destacados son los siguientes: calabaza, batata, caqui, pomelo, naranja, mandarina, dátiles, castañas, membrillo, nueces, etc.
Calabaza, el alimento estrella del otoño | PIXABAY
Incorporar en nuestra dieta alimentos de temporada y locales otorga muchos beneficios para la salud y para el medioambiente, ya que son alimentos más frescos, ecológicos y sostenibles. Concretamente, las frutas y hortalizas anaranjadas comparten un conjunto de propiedades comunes, entre las que se encuentran las que se mencionan a continuación:
- Fortalecen el sistema inmunitario por su alto contenido en vitaminas A y C, por lo que previenen contra resfriados y gripes.
- Favorecen la visión por su alto contenido en betacarotenos. La endocrina Gómez Enterría explica que esta vitamina es “indispensable para la correcta visión, la maduración celular y el sistema autoinmune.”
- Ayudan a mantener a raya la hipertensión, por su bajo contenido en sodio.
- Favorecen al tránsito intestinal por su alto contenido en fibra.
- Tienen un alto poder saciante, por lo que ayudan a controlar el apetito.
- Contienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que ayuda reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, degenerativas, etc., así como a tener una piel radiante.
Los alimentos de temporada otoñales aportan los nutrientes que nuestro organismo necesita, con el fin de mantenernos sanos, así como de prepararnos para la llegada del frío.
Las hortalizas naranjas, tales como la calabaza, la zanahoria y la batata son ideales para tomar en cremas, como guarnición, en ensaladas, al horno e incluso en postres. Por otro lado, las frutas de temporada como el caqui, el pomelo, la naranja y las mandarinas, son ideales para disfrutarlas en su forma natural, con el fin de conservar al máximo sus propiedades nutricionales.