Considerada una de las biólogas de suelos más importante del mundo -con 40 años de experiencia-las expertas Elaine Ingham y Claude y Lydia Bourguignon explicaron durante el III Simposio de Viticultura Regenerativa profundiza el papel de la vida microbiana del suelo para viñedos resilientes. Esto es que “desde la biología se restaura la vida de los suelos”.
Saben las lectoras y los lectores de estos artículos semanales que un servidor se implica en la sostenibilidad a través del sector primario, de la cocina, de la gastronomía en general y Familia Torres volvió a propiciar el encuentro (teniendo en cuenta parámetros desde diversas perspectivas) de una de las cumbres implicadas en el cambio de pautas en la viticultura y, evidentemente, con implicación incontestable en el mundo de los vinos.
Celebrado en el castillo de Falset (El Priorat), el presidente de la Asociación de Viticultura Regenerativa y director general de Familia Torres, Miguel Torres Maczassek, subrayó “la enorme dimensión humana que tiene este tipo de viticultura, ya que las grandes transformaciones no están solo en los suelos, están en las propias personas”. Miguel Torres puso de relieve la relevancia de “observar y entender cada viñedo y llevar un rumbo claro para crear ecosistemas que imiten la naturaleza”.
La Asociación de Viticultura Regenerativa, a través del simposio, volvió a reivindicar el esfuerzo de restaurar la salud de los suelos de los viñedos frente a la emergencia climática. Entender y conocer estos suelos y la vida que albergan es clave en la viticultura regenerativa, y este fue el foco de la tercera edición.
Unas 300 personas siguieron en directo el simposio presencialmente y en streaming, bajo la premisa de “La microbiología de los suelos: clave para una viticultura resiliente”, moderado por la periodista Ruth Troyano. Ocho expertos nacionales e internacionales, desarrollaron en qué consiste y cómo funciona la vida microbiana del suelo y por qué su restauración y posterior cuidado no solo ayuda a los viñedos a adaptarse al contexto climático sino que contribuye a minimizar los efectos del calentamiento global.
La referida doctora Ingham centró su intervención las dinámicas creadas en la red alimentaria del suelo y las diferencias entre tierra fértil y tierra estéril. Según la especialista, “hay que maximizar el número de organismos para que haya un ciclo de nutrientes y la planta reactive su inmunidad contra enfermedades y plagas”.
El papel de la biología en la adaptación de los vinos al calentamiento global fue abordado por Claude Bourguignon junto a Ingham, científicos avanzados en advertir acerca de la degradación de los suelos. La fragilidad de los terrenos procede de aspectos biológicos, químicos y físicos (fertilizantes, irrigación, polución, fauna, erosión, agua no drenada).
“La calidad del vino empieza en un suelo fértil”, pusieron de relieve ambos investigadores. “Para restaurar un suelo destruido –comentaron- existen tres vías: aportar carbono a la capa superior del suelo, cubierta, compost, poda de ramas; utilizar plantas con raíces profundas para restaurar la estructura del suelo y luchar contra los nematodos; y reactivar los hongos y la fauna, que son los grandes agentes de la fertilidad del suelo”.
Gestión sostenible
Entre los conferenciantes, la doctora Rosa Vercher, experta en ecología de plagas y control biológico y referente en la investigación para la gestión sostenible de las plagas, expresó que “la sanidad vegetal comienza en el suelo” que proporciona la biota para controlar las plagas y que da una nutrición a las plantas que las hace más resistentes.
Jordi Puig, doctor en Ciencias Ambientales (especialidad Cambio climático y Cambio Global Ambiental), estudia cómo afecta la subida de las temperaturas y la falta de agua en los viñedos, lo que ha llevado a elaborar un atlas climático con dos escenarios 1971-2000 y 2000-2050. Para Puig, “la viticultura regenerativa es una importante alternativa: cubiertas vegetales, mínimo laboreo, agroforestería (ayuda a retener nutrientes y bajar temperatura de suelos, condiciones de vida y de humedad), pasto intercalado y aplicación de materia orgánica y micronutrientes”.
Asociación de Viticultura Regenerativa
El gran grupo se aglutinó en 2021 para impulsar un cambio de paradigma en la gestión de las viñas y la adopción de la viticultura regenerativa, que se basa en el ciclo del carbono para regenerar los suelos, frenar la erosión, fomentar la biodiversidad y mitigar el calentamiento global.
Impulsado por cinco socios fundacionales (Familia Torres, Clos Mogador, Can Feixes, Jean Leon y AgroAssessor), quiere ser un punto de encuentro donde compartir información, experiencias y conocimientos para implementar con éxito la viticultura del cambio climático. Actualmente cuenta con más de 80 socios de 6 países.