La inflación es el término económico del que, en las últimas fechas, más se habla y que más nos preocupa. Una preocupación que trasciende a nivel nacional y canario.
La definición general del concepto económico podría ser “el aumento generalizado de los precios de bienes y servicios en un país o región durante un periodo de tiempo sostenido, normalmente un año". Cuando el nivel general de precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y servicios. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda: una pérdida de valor real del medio interno de intercambio y unidad de medida de una economía. Para conocer el crecimiento de la inflación se utilizan índices que reflejan la subida porcentual de una cesta de bienes ponderada, y esto se calcula a través del Índice de Precios de Consumo (IPC).
El pasado 13 de abril el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos relativos a marzo. La tasa anual del IPC general en dicho mes es del 9,8%, más de dos puntos por encima de la registrada el mes anterior y la más alta desde mayo de 1985. Canarias es la comunidad donde menos sube la tasa anual, con un aumento 1,6 puntos, situándose en un 8,4%.
En este artículo apuntaremos los datos de Canarias, que resiste mejor que en otras comunidades españolas el desarrollo de este indicador.
Entre los sectores que han incidido en el alza de este índice destacan la vivienda, cuya variación anual del 33,1%, más de siete puntos y medio por encima de la registrada en febrero, se debe a la subida de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para la calefacción, mayor este mes que en marzo de 2021; el transporte, que sitúa su tasa en el 18,6%, casi seis puntos por encima de la del mes pasado, como consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales se incrementan este mes más que el año pasado; los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya variación aumenta más de un punto, hasta el 6,8%, a causa de subidas generalizadas de todos sus componentes, entre los que destaca el incremento de los precios de pescado y marisco, frente a la bajada registrada en 2021, y de las legumbres y hortalizas, la leche, queso y huevos y la carne, mayores este mes que en marzo del año anterior; y los hoteles, cafés y restaurantes, cuya tasa alcanza el 4,4%, ocho décimas más que en febrero, debido a que los precios de la restauración y los servicios de alojamiento aumentan este mes más de lo que lo hicieron en 2021.
Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA)
Es el indicador estadístico cuyo objetivo es proporcionar una medida común de la inflación que permita realizar comparaciones entre los países de la Unión Europea y entre estos y otros países que no pertenecen a la misma.
En marzo la tasa de variación anual IPCA se situó en el 9,8%, más de dos puntos por encima de la registrada el mes anterior. La variación mensual del IPCA fue del 3,9%.
Inflación subyacente
Se refiere al índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente aumentó cuatro décimas, hasta el 3,4%. Es la más alta desde septiembre de 2008, y se sitúa casi seis puntos y medio por debajo de la del IPC general.
La inflación con incidencia canaria
La tasa de variación interanual del IPC en Canarias se posicionó en el 8,4% en marzo de 2022, como ya comentamos, lo que supone una subida del 1,6 puntos con respecto al dato del mes anterior (el 6,8%). En la provincia de Las Palmas se cerró con un índice del 8,5%, ligeramente superior al de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, con el 8,3%.
Los sectores económicos con mayor crecimiento, y que afectan en mayor medida al encarecimiento de los precios, son los alimentos y bebidas no alcohólicas, con el 7,7%, la vivienda, con 28,5%, y el transporte, con un 16%.
Con incidencia baja encontramos las bebidas alcohólicas y el tabaco (3,4%), el menaje, (4%), la medicina (1,3%), el ocio y la cultura (0,8%), la enseñanza (1,6%), y los hoteles, cafés y restaurantes (3,9%).
Entre los que influyen en bajar el encarecimiento de los precios están el vestido y el calzado, con -5,8%, y las comunicaciones, con -0,5%.
¿Cómo se detiene la inflación?
Es obvia la dificultad de hacer frente a la inflación, pero sólo hay un camino para logarlo: la unidad. El rigor en la política monetaria del Banco Central Europeo en cuanto a la subida de tipos de interés o el sacrificio de todos los agentes económicos sin excepción.
Si no avanzamos con unidad de criterio, este camino se alargará y, por consiguiente, se retrasará la vuelta a unas cifras de producción previas a la pandemia.
Si no actuamos así se incrementan las tasas de interés en los préstamos al consumo (tarjetas de créditos, préstamos, hipotecas, etc). Al aumentar las tasas de interés del consumo, se frena la demanda de productos y, por tanto, se frena la industria que los produce, lo cual nos llevaría a un estancamiento económico y al desempleo.