La semana pasada se publicaron dos informes relevantes acerca de la economía canaria. Por un lado se publicó el Informe de Coyuntura de Canarias a cargo de la CEOE, presentado su presidente Pedro Alfonso y José Miguel Gonzalez, director de consultoría de Corporación 5; por otro lado el INE publicaba la Encuesta de Población Activa (EPA). Ambos informes están centrados en el primer trimestre del presente ejercicio 2022.
En el Informe de Coyuntura de Canarias se daba a conocer el resumen de los principales indicadores y su evolución, así como la valoración de los resultados trimestrales de la producción, el empleo y los precios de la economía canaria.
La CEOE Tenerife mantiene la misma previsión de crecimiento de la economía canaria en 2022 que la que fue calculada a finales del año pasado, el 6,3%, a pesar del recorte desde el 7 al 4,3% en el pronóstico del Gobierno español para todo el país.
La estructura económica que tenemos en Canarias, basada en los servicios, hace que el turismo nos permita eludir la estanflación, un concepto económico que implica la aceleración de la inflación coexistiendo con tasas de desempleo elevadas. Este contexto, como indicaba Pedro Alfonso, “puede ser un modelo de éxito” y a estos pronósticos debemos contemplar factores de incertidumbre, como la evolución de la guerra en Ucrania, la situación en China o la mitigación del efecto de la pandemia.
Este informe prevé, además, la recuperación completa de los efectos de la pandemia para finales de 2023.
El economista José Miguel González afirma que ya se ha anticipado por el mercado interbancario la subida oficial de tipos de interés, lo que tendría sentido si la inflación estuviera inducida por la demanda. No obstante, en este caso es una inflación de oferta, generada por las subidas de las materias primas y los combustibles y no por el tirón del consumo. Ante esta inflación se debería mantener una política fiscal y monetaria expansiva, no sólo en los tipos de interés sino llevando en paralelo una bajada de la presión fiscal a costa de recortar el gasto público superfluo o de acomodar el estado de bienestar a los recursos disponibles, manteniendo la inversión acordada.
La preocupación en la patronal CEOE es que, ante el aumento del déficit público y el coste financiero de la deuda, se produzcan recortes presupuestarios con la consecuencia de las rebajas en la inversión. También hay que tener en cuenta que una cuarta parte de los fondos de recuperación europeos están llegando a las empresas, el resto se quedan en las administraciones públicas.
Indicadores como la matriculación de vehículos, el consumo de cemento o de electricidad y el índice de comercio al por menor (por la llegada de turistas) influyen de manera positiva. A estos datos positivos comentados también debemos añadir otros datos esperanzadores como la ocupación hotelera por encima del 64% y la llegada de turistas extranjeros.
En cuanto a la publicación de la Encuesta de Población Activa publicada por el INE y analizada por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife se llega a una primera conclusión: “La buena evolución del mercado laboral se ve afectada por la inflación”. Canarias registra 234.600 desempleados en el primer trimestre, 15.500 (4,1%) más que a cierre de 2021, y 38.100 (-14%) menos que en el año anterior.
El mercado laboral de las islas, que a lo largo del año 2021 había experimentado una destacada recuperación, comienza el año 2022 notando las consecuencias de la situación complicada del conjunto de la economía. Durante el primer trimestre del año, el paro en Canarias se cierra con 921.200 ocupados y 234.600 parados, lo que supone un descenso de 16.800 trabajadores (-1,8%) y un aumento de 15.500 personas en situación de desempleo (7,1%) respecto al trimestre anterior.
Comparándolo con el primer trimestre de 2021 se observa que los parados se reducen en 38.100 personas (-14%) y los ocupados crecieron en 121.100 (15,1%), en gran medida debido a que la economía se encontraba afectada por las altas tasas de contagio y un menor control de la pandemia.
La tasa de paro se coloca, concretamente, en el 20,3% de la población activa, tras registrar un incremento de 1,4 puntos y posicionándose lejos de la nacional (13,6%), que en el primer trimestre del año desciende en 0,3 puntos.
Estas cifras, a juicio de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, son consecuencia de la complicada situación que está atravesando la economía, que debe hacer frente a los retos de largo recorrido como puede ser la inflación, agravada por el conflicto bélico, en un momento en el que todavía no ha completado la recuperación económica tras la pandemia.