Hoy quiero compartir contigo, querido hipotético lector de Mi Mundo de letras, una maravillosa noticia personal. 2020 será el año de Brandán.
Brandán es mi nueva novela (creo que eso no te lo había dicho) 600 páginas llenas de emociones e historias. Hacía mucho que no publicaba una, concrétamente desde el siglo pasado y eso... es mucho tiempo. En los últimos años me he ido por los cerros de Úbeda coqueteando con otros géneros, igualmente ilusionantes, pero que no son lo mío. Yo soy creadora de mundos e historias, es en esa parte de la escritura en la que me siento realmente yo, en la que disfruto con cada palabra que llevo al papel inmaculado, y en la que vibra todo mi ser de narradora.
En los albores del año que empieza ultimo los detalles necesarios para llevar a cabo el nacimiento de Brandán. Siento ya correr por mis venas la sacudida de la emoción por un sueño a punto de realizarse. Ese volcán que lleva tantos años aletargado en lo más profundo de mis archivos se remueve a punto de erupcionar para cubrir de cálida lava los corazones de mis amigos y seguidores.
A todos y cada uno de ellos, a los que me han apoyado en esta locura de sueño, a los que me han alentado a hacerlo realidad, aportando trabajo o incluso dinero para poder llevarlo a cabo, a los que han hecho o harán suya esa ilusión que compartimos desde este espacio, quiero darles hoy las gracias, sin ustedes todo lo que hago no tendría ningún sentido.
Nos veremos pronto en esa isla llamada Brandán, la isla de mis sueños y espero que de los tuyos. Mientras tanto sigue soñando con la cabeza en las nubes y los pies sólidamente adheridos al suelo. Yo lo hago y mi vida cobra cada día un sentido más especial.
Para despedir el año te dejo aquí la sinopsis de ese proyecto de libro en primicia total. Gracias por seguirme en mis pequeñas aventuras. ¡Feliz entrada en el 2020!
“A finales del siglo XX Brandán es una isla, ubicada en el Océano Atlántico, habitada por hadas, elfos, duendes, gnomos y enanos a la que, inesperadamente, llega un humano que trastoca la vida de sus habitantes quienes enseguida se dan cuenta que el “milagro” ha vuelto a ocurrir.
Adal es oriundo de La Palma y tampoco se explica qué hace en aquel lugar desconocido para él hasta ese día.
El impacto de verse de pronto tratando con seres que siempre creyó fruto de los cuentos y leyendas diluyó, en principio, su preocupación por aquel imprevisto en su vida que ya no tenía vuelta atrás. Pero la afabilidad de aquellos seres y la armonía de su cotidianeidad hicieron que resultara fácil su adaptación a la isla convirtiéndose en un brandiano más en muy poco tiempo”.