¿Cómo se celebra la noche de Fin de Año en el mundo?

Uvas, platos rotos, lentejas... Para despedir este 2017, AtlánticoHoy te trae las formas más curiosas de vivir esta fiesta a lo largo y ancho del planeta.

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Suenan las doce campanadas y comienza el ritual festivo que se repite cada 31 de diciembre en busca de la buena suerte. Las clásicas uvas están contadas y listas, a la espera de ser ingeridas coincidiendo con cada campanada. Debajo de nuestro atuendo, ropa interior de color rojo para atraer o mantener el amor. Lo cierto es que, aunque nos parezcan tradiciones universales, en muchos otros países el último día del año se celebra de forma totalmente opuesta a la nuestra ¡Conoce con AtlánticoHoy las curiosidades que rodean a la Nochevieja más allá de nuestras fronteras!

Aunque esta noche especial tienen costumbres similares a las nuestras lugares tan dispares como Portugal o Ecuador, lo cierto es que la mayoría de celebraciones añaden ciertos detalles propios. Por ejemplo, Perú tiene en común con nuestro país la importancia de la ropa interior esa noche, aunque en su caso la deben usar amarilla y del revés. En esta misma línea, en Italia o México muchas mujeres reciben como obsequio lencería roja, que supuestamente les traerá suerte en el año que llega.



La Nochevieja en Europa
La comida durante esta noche de celebración es la principal diferencia entre, por ejemplo, españoles e italianos. Ellos inician la noche con lentejas como plato imprescindible si quieren tener un año nuevo repleto de buena fortuna. Esta tradición también es común mucho más lejos, en Chile, aunque allí las degustan a medianoche.

Muy diferentes, los alemanes despiden el año viejo brindando en honor a San Silvestre y suelen dejar sin comer en el plato parte de la cena para asegurar una despensa bien surtida durante el año siguiente. Otros europeos como los daneses rompen platos viejos que han ido acumulando durante el 2017.

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Fuegos artificiales el 31 de diciembre | IMAGEN DE LA RED


En Nochevieja los parisinos salen a la calle para despedir el año, sobre todo por la zona del Arco de Triunfo y la plaza de la Concordia, acompañados de champagne francés para brindar, como no podía ser de otra manera. A medianoche tienen por costumbre besarse. 

Otros que salen a la calle a festejar el cambio de año son los británicos, que acuden a Trafalgar Square, al Big Ben con sus campanadas o a Picadilly Circus. 

Por otro ladp, para los niños rusos, el Año Nuevo viene a ser como la Navidad para la mayoría de los niños europeos. El Abuelo del Hielo, una especie de Papá Noel, deja dulces y juguetes para los más pequeños.


Antiguas tradiciones 
En México suelen barrer la casa esa noche para que el nuevo año traiga buena suerte, mientras que en Colombia son habituales los "agüeros", o tradiciones para atraerla y tener buena salud, tales como dar un portazo a las doce para alejar malos espíritus.

Mientras, en algunos lugares de Venezuela se escriben deseos en un papel que luego se quema. En Brasil, sin embargo, se suele acudir a la playa y celebrar la entrada del año nuevo allí. 

Por contra, en otros lugares como Estados Unidos no puede faltar el beso de medianoche. Aunque no se conoce con precisión el origen de este rito, la más curiosa sitúa la fecha de inicio en la época romana, cuando durante el festival de Saturnalia (con fecha próxima al Año Nuevo) todos los asistentes se besaban. 

Asimismo, en Filipinas es tradición vestir una prenda con un estampado con lunares, que asocian al dinero.


Las islas del ayer y del mañana
Uno de los lugares de la Tierra donde esta noche se celebra de forma más peculiar es en las Islas Diómedes, en pleno Pacífico norte, (círculo Polar Ártico), pues allí es posible festejar el Año Nuevo dos veces si se recorre una breve distancia geográfica. 

Estos territorios poseen varias particularidades, una de ellas es que pertenecen a países diferentes. La isla occidental, conocida como Diómedes Mayor, pertenece a Rusia, mientras que la isla oriental pertenece a los EE. UU. También se conoce como Diómedes Menor, donde aún están en el día y año pasado. El estrecho de Bering lo hace posible.
 
La distancia entre ambos peñones es de unos dos kilómetros, lo que lo convierte en la distancia más pequeña que se interpone entre territorios ruso y estadounidense. De hecho, en invierno es posible caminar de una isla a otra, siendo el único lugar donde se puede ir a pie de Rusia a EE.UU.

En cualquier caso, en cualquier lugar donde vivas o te encuentres este 31 de diciembre, desde AtlánticoHoy queremos desearte un Año Nuevo lleno de ilusión y sueños cumplidos. ¡Feliz 2018!