Redacción

Opinión

Narcos (primera temporada)

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Las series o películas que muestran de una forma veraz algunos de los acontecimientos que más han cambiado el mundo en las últimas décadas tienen un gran valor cinematográfico, siempre y cuando no se caiga en el error de idealizar figuras de grandes villanos, con la intención de conseguir personajes más carismáticos de cara al espectador. 

Ese riesgo es el que se corre precisamente con el personaje de Pablo Escobar, interpretado por Wagner Moura; pero el buen hacer del equipo de Netflix y Gaumont International Television, que se han encargado de llevar a la pantalla la serie Narcos, ha dado como resultado una serie adictiva que se ha convertido en un tema de conversación constante desde su estreno; y, además, también consigue dar forma a un personaje complejo, en el que los matices son más importantes que nunca, tanto las cosas buenas como las malas. 

Lo cierto es que Pablo Escobar fue un asesino y el rey de los narcotraficantes en su momento, pero también fue una persona que ayudó al pueblo colombiano a prosperar y a aliviar la miseria por la que pasaban muchos barrios conocidos del país sudamericano. La verdad es compleja en este caso y el debate en torno a esta figura del mundo de la droga está dividido. Muchos lo siguen viendo como el héroe que los ayudó a prosperar y otros, como el delincuente que destrozó un país entero con su negocio multimillonario. 

Esta complejidad, que a ratos se convierte en un laberinto de matices, es encarnada con bastante solvencia por el actor brasileño Wagner Moura, que tuvo que mudarse a Colombia para aprender a hablar español y controlar el característico acento colombiano que ha dado tanto de que hablar en las redes sociales.  

Los otros dos actores que consiguen llenar la pantalla con sus interpretaciones son Pedro Pascal (que interpretó a Oberyn Martell en la cuarta temporada de Juego de Tronos) en el personaje de Javier Peña y Boyd Holbrook interpretando a Steve Murphy, que son los dos agentes de la DEA que llevaron a cabo una de las partes fundamentales del proceso de captura de Pablo Escobar.  

No obstante, son muchos los actores que dan vida a personajes secundarios aportando así una gran credibilidad a las diferentes tramas, que son dramatizaciones de hechos reales, pero que incluyen situaciones y escenas que son fruto de la imaginación de los guionistas y de las necesidades de la propia serie de televisión.

Lo cierto es que Pablo Escobar fue un asesino y el rey de los narcotraficantes en su momento, pero también fue una persona que ayudó al pueblo colombiano a prosperar y a aliviar la miseria por la que pasaban muchos barrios conocidos del país sudamericano.

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Boyd Holbrook en el papel del agente de la DEA Steve Murphy | Fotograma del tráiler de la serie (Netflix, Gaumont International Television)

La recreación de los escenarios en Estados Unidos y en Colombia, fundamentalmente, es sobresaliente, de la misma forma que la narración en sí misma, que emplea en ocasiones imágenes reales a modo de documental y que enriquecen enormemente el conjunto de la serie. 

A diferencia de muchas películas o series que idealizan a los antagonistas y les ríen las gracias, Narcos es una serie bastante coherente y objetiva a la hora de enseñar los detalles más relevantes de los narcotraficantes, además de los policías y de los agentes que intentan capturarlos. 

Eso de que a veces la realidad supera la ficción es completamente cierto. Un asistente de producción de la serie fue encontrado muerto dentro de su coche con varios disparos en el cuerpo. Esta es una muestra muy clara de lo compleja que es la situación en países como México y Colombia, en los que los cárteles gobernados por narcos sin escrúpulos llevan a cabo uno de los negocios más dañinos para la sociedad, llevándose por delante todo lo que se interponga entre ellos y el hecho de seguir amasando montañas de billetes. 
Por desgracia, lo que solamente debería ser entretenimiento se ha llegado a convertir en algo más que eso, prueba de que la serie no solo consigue entretener sino que ha conseguido abrir una de las heridas más profundas de los países que sufren el acoso y la 'dictadura' de los cárteles. 

Esta primera temporada cuenta el ascenso al poder de Pablo Escobar y cómo su reinado se empezó a tambalear justo cuando estaba en la cima. También están disponibles en la plataforma de Netflix la segunda y la tercera temporada, la última de ellas estrenada recientemente. 

Es útil y de gran valor ver una serie como esta, que enseña cómo se mueve una de las partes más oscuras del mundo, pero que también muestra cómo la ley siempre se impone sobre los que pretenden vivir al margen de la legalidad. 

Tráiler de la primera temporada: