Ganadora en dos ocasiones del Emmy a la Mejor Serie de Comedia, Modern Family está a la altura de series de comedia como Friends y The Big Bang Theory por su capacidad de buscar el humor en lo más cotidiano.
El éxito de series de comedia, en escenarios y situaciones cotidianas, se ha conseguido gracias al talento de los creadores, actores y guionistas a la hora de aportar el tono cómico a momentos diarios y sobre todo a la hora de dibujar muy bien sus personajes, haciéndolos muy reconocibles, a la vez que originales, pero sin caer excesivamente en los tópicos.
Esta no es una combinación fácil de conseguir, pero cuando vemos a Phil, Claire, Jay, Gloria, Mitchell, Cameron, Haley, Alex, Luke o Manny en pantalla, nos damos cuenta de que estamos ante una serie única.
Claire Dunphy, interpretada por Julie Bowen | Fotograma de ABC Television Network
La serie tiene un tono ligero y cómico para todos los públicos, pero también trata temas serios de fondo como la inmigración, la homosexualidad y la diversidad racial de la sociedad americana.
Todos ellos son temas complejos y delicados, pero que, tratados con el humor de la serie, se convierten en el principal atractivo de la misma, ya que asuntos que generan generalmente tanta polémica se convierten en un motivo de risa.
Esa es otra de las cualidades de Modern Family, que humaniza los temas delicados enfocándolos con humor. Lo mismo ocurre con los personajes: los guionistas crean las escenas poniendo a sus protagonistas en situaciones comprometidas, incluso ridículas, pero el único resultado de esta práctica es hacer a todos los personajes más humanos y, por lo tanto, más cercanos al público.
Aspectos tan divertidos como la torpeza de Luke y Phil, el perfeccionismo de Claire, la superficialidad de Haley, la superioridad intelectual de Alex, las inseguridades de Mitchell, la sensibilidad de Cameron o la personalidad extrovertida de Gloria hacen que cada capítulo y cada temporada sean nuevos y adictivos.
Escena de Phil y Claire Dunphy (ABC Television Network):