Los nuevos kioscos de Las Teresitas: un año después

Este verano se cumple el primer año desde la apertura de los polémicos nuevos kioscos de la playa de Las Teresitas. ¿Cómo han sido estos 12 meses? Te lo contamos

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Hace apenas un año, la playa de Las Teresitas, el mediático emplazamiento de Santa Cruz de Tenerife, vivió un cambio radical en su composición que generó mucha polémica entre los ciudadanos de la capital tinerfeña y el resto de usuarios habituales de la playa chicharrera a lo largo de su vida. Fue la inclusión de los nuevos kioscos que sustituían a los emblemáticos de toda la vida fabricados de chapa. El kiosco Carmelo, el kiosco Lucas o el kiosco Sara eran sombras muy alargadas en la historia de la playa para una aceptación desde el primer día.

Un verano después, parece que la transición ha sido bastante más tranquila de lo esperado y los nuevos ocho inquilinos fijos de Las Teresitas ya son parte intrínseca de la nueva playa, a falta de que algún día se inicie (y se acabe) la reconstrucción de toda esta zona costera.



“Desde el cambio de los kioscos ha habido una mejora increíble, sobre todo en la organización de hamacas”, valora Daniel, encargado del kiosco Mio Gelato. Además, señala que el movimiento de limpieza en la playa que se ha generado “ha sido impactante”, e indica que “próximamente va a haber una ley en la que se va a prohibir fumar en la playa”.

No obstante, Daniel reconoce que al principio el público local estuvo “bastante en contra”, pero utilizaron la herramienta de los kioscos más conocidos para intentar trabajar como un todo y, “a través de ahí la verdad es que está yendo bastante bien. Ya no tenemos tantos problemas y se ha mediado bastante bien”, afirma Daniel.

Daniel kiosko Mio Gelato

Daniel, encargado del kiosco Mio Gelato | AH

Por su parte, Miguel Luis, encargado del último, kiosco en llegar a la playa (febrero), elFlow, analiza que al empezar temporada baja solo iban al negocio “extranjeros que venían de los cruceros”, pero que con la entrada del verano “sí se está llenando”.

De la misma forma que su compañero Daniel, cree que las nuevas estructuras son “un paso adelante”. "Es otro tipo de servicio y la gente está más contenta. Le damos un poco más de vida a la playa, que lo que tenía era simplemente parecerse a una playa de Benidorm llena de gente", recalca.

"Al principio, el público local estuvo bastante en contra, pero utilizaron la herramienta de los kioscos más conocidos para intentar trabajar como un todo y, a través de ahí, la verdad es que está yendo bastante bien"

Respecto a la gente local, Miguel Luis no nota una falta de esa clientela, porque hacen “un descuento para residentes del 20% y se llena bastante de gente de aquí”. La gente ya les conoce, “está contenta con cómo es el servicio que damos en la playa y poco a poco se va rompiendo eso de que son caros o elitistas”.

El kiosco Difrutas sí que fue uno de los que estrenaron el nuevo formato un año atrás y ya anteriormente tenían un espacio en la playa chicharrera. Uno de los propietarios del kiosco, de la UTE Feroga, nos comenta entre papeleo a pie de arena que los turistas “lo han recibido bastante bien” y valora que los usuarios locales van aumentando su confianza y las ganas de ir a Las Teresitas “porque piensan que gastarse 60 euros en gasolina para irse a sur, tienen un servicio en Santa Cruz sin tener que desplazarse”.

Miguel Luis, encargado del kiosco Flow | AH

Miguel Luis, encargado del kiosco Flow | AH

Camas balinesas
Una de las grandes novedades de los nuevos kioscos fue la posibilidad, a decisión del empresario, de incluir en la oferta el uso de camas balinesas. Unas instalaciones que se estrenaron por primera vez en la playa santacrucera. “Se utilizan bastante porque la mayoría de ofertas que se hacen en la playa son respecto a la consumición”, explica Miguel Luis, del kiosco Flow. “Pagas cierto dinero por estar en la cama balinesa, pero no es un dinero a fondo perdido en plan te lo pago simplemente para sentarme aquí. Lo pagas por consumiciones en el local”, aclara. “A la gente le gusta estar en una posición un poco más relajada, tumbado y que te atiendan en la cama”.

Por su parte, tanto en los kioskos Difrutas como el Mio Gelato la decisión es, por ahora, no introducir estas camas por distintas razones. “No me resulta rentable, porque por cada cama balinesa dejo de poner cuatro hamacas”, razona uno de los propietarios del Difrutas, mientras que Daniel, del Mio Gelato, lo achaca a que tienen “otro tipo de target” y que por ahora no son necesarias “por demanda”. “Me parece otra opción viable para la playa. Otro gancho, pero sería un target que no estamos buscando nosotros”, sentencia.

Camas balinesas

Camas balinesas en Las Teresitas | AH

La problemática de los horarios
Una de los problemas que han tenido los nuevos kioscos, desde el punto de vista subjetivo de éstos, es el horario de cierre. Un aspecto que ha unificado al grupo de ocho kioscos y que está en revisión. “En general, las cosas funcionan bien, pero faltan horarios en condiciones”, espeta uno de los representantes de la UTE Feroga.

“Tenemos un horario de cierre de una hora después del ocaso (en torno a las 21h), que no tiene sentido, y queremos modificarlo”, confiesa Daniel, que pone en valor que los dueños de los kioscos se reúnen mensualmente y envían comunicado para pelear. “Eso fue lo bueno del cambio de los nuevos kioscos, que se unificó todo para movilizarlo y el progreso de la playa”.

“Las Teresitas es un lugar muy agradable de día, pero también lo es cuando empieza a caer el sol, porque es un sitio tranquilo, ves el mar y la música dentro de ciertos niveles. La gente nos pregunta todos los días cómo es que cerramos si acaban de llegar”

La visión al respecto del encargado del kiosco Flow no varía al respecto, alegando que ampliar horario les vendría genial como negocio. “Las Teresitas es un lugar muy agradable de día, pero también lo es cuando empieza a caer el sol, porque es un sitio tranquilo, ves el mar y la música dentro de ciertos niveles. La gente nos pregunta todos los días cómo es que cerramos si acaban de llegar”, sentencia.

Tras el ‘inicio’ de la época estival con el permiso especial que tuvieron en la Noche de San Juan, los ocho negocios cumplen un año de vida con muchos más aspectos positivos que negativos y se preparan para unos meses en el que la demanda llegará a su auge gracias, sobre todo, a la aceptación de los chicharreros de sus nuevos ‘compañeros’ de playa.