SOÑANDO PALABRAS
Me sorprendí un día,
soñando palabras
y lo dejé todo para seguirlas.
Así se inicia el poema que da título al libro de Inma Velázquez que presentará en la sala MAC de Santa Cruz de Tenerife el próximo 2 de enero.
Con ella iniciaré el año en mi Mundo de letras querido lector. Pero antes de meterme en faena quiero felicitarte por este año que va terminando y en el que espero hayas sido tan feliz como yo te deseo. Para mí ha sido un año muy especial en todos los sentidos y por ello doy las gracias también.
Fascinada,
me fundí en su estela
y paseé con ellas
desde la noche al día.
Continua el poema de la compañera Inma. Éste y no otro es el que me ha asignado para leerle ese día de la presentación y desde este mi rinconcito le doy las gracias por permitirme ser partícipe del nacimiento de esta nueva publicación.
Sus versos me hacen identificarme palabra a palabra con su mundo poético.
Olvidé el tiempo,
quedé hechizada,
mejoró mi mundo.
Y termina así el poema elegido:
Envuelta en su magia,
las tomé una a una,
para ir colocándolas
en el sendero de mi escritura.
Me sorprendí a mí misma
soñando palabras,
y fue hermoso descubrir
la felicidad que sentía.
El 2019 se augura intenso con todo lo que hay a la vista entre los compañeros vinculados a ACTE.
Al día siguiente podremos disfrutar de la presentación del nuevo libro de Félix Díaz, Verodes, un conjunto de cuentos canarios que nos contarán las andanzas de Salimor y Orichila, de Antón de Candelaria, del último barquero, o nos permitirá conocer algo más de Icayna entre otras historias igualmente atrayentes.
Haciendo alusión al primer cuento del libro te dejo aquí un fragmento y te invito a acompañarnos ese día para conocer el resto.
SALYMOR Y ORICHILA
"Salimor tenía sed, Orichila, también. Sobre ellos , el sol brillaba intensamente.
Para los dos, el sol era bueno pues les calentaba y daba energía para hacer cosas. Podían correr entre las rocas y buscar alimento.
Orichila había encontrado unas cuantas hormigas que había devorado. Por su parte, Salimor halló pequeñas bayas y algunas hojas, y se las había comido.
Ahora los dos tenían falta de agua, y no la encontraban.
De pronto, oyeron ruidos. Se escondieron rápidamente entre las rocas.
Por el camino venían unos bimbaches. Con ellos caminaban unas cuantas cabras y ovejas, haciendo mucho ruido, los binbaches también hacían ruido al hablar con sus rudas vozarronas…"
Y así se iniciará mi Mundo de letras en este 2019 que está a punto de llegar, ojalá cuente con tu atención y tu compañía en esos próximos 365 días que auguro intensos, muy intensos.