Hablamos uno de los productos por excelencia del verano, el helado artesano. Un postre o merienda (o cuando apetezca) que ha evolucionado con el tiempo, sobretodo en la diversidad de los sabores, pero que mantiene la esencia de su existencia: su frescor.
La Heladería La Tentación en el barrio Buenos Aires | ATLÁNTICOHOY
En la calle Fernández Navarro, en el barrio de Buenos Aires encuentra la Heladería La Tentación, regentada por su dueña Ángeles Hernández, y que el pasado 7 de julio cumplió cuatro años de apertura. “El principal secreto del mejor helado artesanal es tener buena calidad de producto”, explica la propietaria del establecimiento que hace esquina con la calle Leoncio Rodríguez. “Viene de Italia, pero lo elaboramos aquí”, reconoce Ángela sobre el secreto.
“El principal secreto del mejor helado artesanal es tener buena calidad de producto”
Ángeles Hernández es la propietaria de La Tentación | ATLÁNTICOHOY
En la zona centro de la capital, en la calle del Pilar, se encuentra la conocida Mio Gelato. Su dueña, Isbel Medina, sube desde las oficinas para hablarnos sobre cómo se trabaja para desmarcarse de la competencia. “Lo primero que se hacen las cosas con muchísimo amor y el producto de principio a fin es de primera calidad. Después, yo creo que es clave la atención al público”, resalta.
Mio Gelato se ha posicionado en el centro de la capital | ATLÁNTICOHOY
A diferencia de la Heladería La Tentación, Isbel señala que en su establecimiento “los sabores estrellas son el Yogur, el tres leches y la meriendita canaria”, pero sí comparte que la clientela habitual es el capitalino. “El publico de Mio Gelato más importante es el adolescente y luego está el fiel público local, la gente de Santa Cruz, que valora la calidad del producto”.
“En Tenerife realmente hay una cultura de comer helados en verano y no en invierno, pero después de cinco años de arduo trabajo que llevamos creo que el canario se está acostumbrando a comer helado todo el año”
Por el nombre de Flor de Tartas igual no te suena -todavía-, pero si te hablo de La Flor de Alicante y eres un fanático de los helados y de la leche merengada, reconoces esta parada obligatoria en la calle de la Rosa. Hoy sus recientes dueños son una joven pareja italiana, Igor y Marta. Él de camarero, ella de pastelera. Y es que el nuevo negocio en la emblemática esquina ha girado hacia la pastelería, aunque van a recuperar parte de la esencia de la heladería, con el propio apoyo de Julio, el dueño ya jubilado de La Flor de Alicante.
Marta es la empresaria pastelera de Flor de Tartas | ATLÁNTICOHOY
Aunque, el negocio principal es la pastelería, la pareja está esperando las máquina para hacer los helados, que le propio Julio le va a ofrecer, para diversificar las oportunidades y aprovechar la fama y recuerdos que arrastra el local con el paso de los año. “Lo clásico seguro. Chocolate, una buena vainilla, sabores de frutas y por qué no, cuanto más raro sea el sabor más me gusta, que yo soy media rara, como sabores de arroz”, reconoce entre risas.
“Lo clásico seguro. Chocolate, una buena vainilla, sabores de frutas y por qué no, cuanto más raro sea el sabor más me gusta, que yo soy media rara, como sabores de arroz”