"Somos una asociación que nos dedicamos a la investigación pero sin cerrarnos solo a publicar, sino que aunamos esfuerzos para que los ciudadanos vean que se está haciendo ciencia de primer nivel en Canarias, además de que valoren la importancia del medio natural marino que tienen aquí", explica Marrero.
Uno de los aspectos que más preocupa a estos científicos en Canarias es que el cambio climático "ya no es el futuro". "Estamos empezando a ver las consecuencias y debemos tomar medidas en todas las direcciones", subraya Marrero. "No hace falta que nos vayamos a la Antártida, aquí ya se ven sus efectos. Va poco a poco, pero va", alerta.
A su juicio, la sociedad tiende a pensar a corto plazo, pero "hay que hacerlo a largo plazo, en diez años vista, y a empezar a tomar medidas para, en ese plazo de tiempo, estar mejor o más preparados para la situación que hemos creado".
En general, opina que los canarios están concienciados acerca de la importancia del medio marino pero que "todavía hay muchas cosas por hacer, por lo que lo necesario es caminar un poco en todo".
"Los ciudadanos están más preocupados sobre el tema, pero sale un político como Donald Trump diciendo que el cambio climático es invención de los ecologistas y vuelven a aparecer voces en contra. Hay que cambiar a ese tipo de políticos", manifiesta este experto, quien insiste en que el cambio climático "está científicamente probado".
Como muestras del mismo, enumera, entre otros aspectos, la aparición de las comúnmente conocidas como microalgas, los cambios bruscos de temperatura, con "informes que salen ahora sobre este otoño, que puede ser más calido", además de los sensores puestos en el agua que indican que la misma "está casi en los 25 o 26 grados, lo que es es una barbaridad, unos dos grados por encima de los niveles normales".
Este científico canario asegura que el cambio climático no implica solamente que vaya a hacer más calor, sino que "el clima de las Islas va a cambiar, va a haber más tormentas", además de apreciarse sus efectos en el mundo animal. "Tenemos animales tropicalizados y cada vez nos están llegando más", añade.
Por otro lado, mantiene que la polémica este verano de las llamadas microalgas ha hecho que los ciudadanos entiendan que "estamos echando vertidos al mar". "Ya llevamos 20 o, incluso, 30 años con este problema, pero justamente esto está provocando que se empiecen tomar medidas sobre los vertidos". Sin embargo, mantiene que "la situación no se va a arreglar de un día a otro". "Se ha vertido mucho desecho al mar durante muchos años y llevamos retraso a la hora de tomar medidas", advierte.
Lagarto Gigante de Tenerife
— Leon (@LeonVegaSuarez) 21 de marzo de 2014
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Estudios recientes
Actualmente, la asociación Tonina tiene tres líneas de investigación básicas que tratan de mantener "aunque todo depende de los fondos". Los mismos pueden llegar a través de donaciones, convocatorias oficiales para proyectos de investigación o, incluso, del extranjero, tal y como sucede ahora mismo con su estudio del lagarto gigante de Tenerife, concretamente el lagarto moteado.
Este proyecto "lo estamos cerrando ahora, y sus fondos vienen de una fundación de Arabia Saudí". "Son cosas que nos pasan a veces, la financiación para un proyecto de una especie en peligro de extinción en Tenerife viene de tan lejos", reconoce el experto.
Científicos de la asociación Tonina | CEDIDA
También han centrado sus labores investigadoras en el calderón tropical, su estado de conservación y las amenazas las que se enfrenta. Ahora comienzan una segunda fase del proyecto por la que han conseguido demostrar que los barcos que visitaban a los animales todos los días "les causan problemas".
"Decían que esta especie se había adaptado y que estas embarcaciones "muchas sin autorización, como motos de agua y barcos recreativos, no les provocaban el más mínimo estrés, cuando hemos podido demostrar que no es así. Sí les afecta y los animales cambian sus comportamientos", asegura Marrero.
En este proyecto se estudiaron dos comunidades de calderones que pueden ser avistadas en la isla de Tenerife: suroeste (Los Cristianos), donde se estimó la población en 391 individuos, y norte (Anaga), con una población de unos 98 calderones.
Dependiendo del tipo de embarcación que los visitaba, los calderones tenían los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, más elevados que la otra población del mismo tipo que vive en Anaga, exactamente al doble de su nivel. al verse forzandos, en muchas ocasiones, a hundirse o cambiar de dirección.
Se trata de un perjuicio no letal, pero lo que está claro es que "están perjudicados". "No sabemos si la población disminuye, eso lo desconocemos, pero sí que tienen más posibilidades de tener enfermedades, aunque hay que seguir estudiando", matiza el cofundador de la asociación.
Estas proximas semanas estaremos en el laboratorio analizando todas las muestras biologicas que hemos acumulado durante el ultimo año.
— asociaciontonina (@toninaong) 21 de septiembre de 2017
Responsabilidad de la Administración
Sobre si el Gobierno va a actuar contra los causantes de este perjuicio animal al conocer los resultados de estudios como estos, el experto explica que estos descubrimientos posibilitan "ruido para que el Ministerio de Medio Ambiente se ponga las pilas y tome medidas: que se implante vigilancia, se limite el uso, etc., para defender esa población y que no se nos vaya de las manos", expone.
"Los ciudadanos le suelen echar mucho la culpa a la Administración, pero no entienden que están atados de pies y manos porque no pueden hacer nada hasta que tengan datos que le permitan dar los movimientos precisos al chocar con empresas con intereses determinados, sacar pruebas de que las mismas están causando un problema".
"La Administración necesita sus datos y nosotros, poco a poco, se los estamos dando, porque sin pruebas no hay forma de hacer nada ante los servicios jurídicos de las grandes empresas que pueden estar implicadas. Te comen", advierte.
Angelote | FOTO SQUATINA2 BLOG
El angelote en Las Teresitas
El angelote es otra línea principal de estudio. Se trata de una especie en peligro de extinción que solo vive en Canarias, pero del que apenas había estudios. La asociación Tonina logró demostrar que esta especie tiene su mayor área de cría del mundo en la tinerfeña playa de Las Teresitas.
Hicieron una estimación de la población, 164 individuos, a lo largo del año en la playa, donde sobre todo habitan crías. "Allí no hay peligro de adultos, pues los ejemplares suelen ser pequeños, lo que enfatizo para que la gente no tenga miedo de bañarse", subraya.
Con este nuevo proyecto también han descubierto que los angelotes no solo están en Las Teresitas, sino "en muchas otras playas de Tenerife, aunque aún no podemos decir dónde", explica Marrero.
Vídeo explicativo sobre el angelote | ASOCIACIÓN TONINA
El director científico y cofundador de la Asociación Tonina resalta que uno de los mayores problemas que tiene Canarias consiste en que "los ciudadanos no hacen caso a los científicos de aquí". Afirma, en esta línea, que "existen científicos muy buenos en Canarias, de primer nivel".
"Yo me llamo Jacobo y no John Smith, ni fui a la Universidad de Harvard, por lo que parece que entonces no hay el mismo prestigio, no sé muy bien el porqué", comenta este experto.
Sobre el futuro del medioambiente de las Islas, afirma que "venimos arrastrando muchas cosas mal hechas durante muchos años, como el afán de crecimiento turístico". Sin embargo, aún hay esperanzas para este científico, quien aclara que "poco a poco se está empezando a cambiar eso, pero estamos pagando el precio".