"Papi, ten cuidado que no te pase nada"

ENTREVISTA | Hablamos con una de las cabezas del operativo antiincendios para mostrar el sacrificio de cada brigadista que se juega la vida todos los veranos en los montes

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Con la reciente tragedia que está sucediendo en Grecia, donde una oleada de incendios intencionados ha robado la vida a al menos 79 personas, se vuelve a poner en evidencia el imprescindible papel de las brigadas antiincendios y la prescindible actitud de seres de la misma especie, irresponsables en unos casos y criminales en otros muchos. Unido a la tragedia de Portugal del verano pasado y a los tristes y constantes incendios y conatos que sufre Canarias -el último esta misma semana en los altos de La Orotava-, AtlánticoHoy habla con uno de los responsables de la campaña en la lucha contra incendios forestales en la Isla de Tenerife durante los cuatro meses en las que se declara la alerta en el Archipiélago, para poner en conocimiento de nuestros lectores, el esfuerzo diario, los sacrificios y el riesgo vital que viven estos trabajadores y que dependen, principalmente, de las decisiones y actitudes del resto de ciudadanos.

Se trata de José María Sánchez, jefe de sección de la Unidad Orgánica de Incendios Forestales y Medios Asociados, uno de los técnicos principales en la organización del operativo BRIFOR del Cabildo de Tenerife y que, además de todo lo que conlleva el trabajo en los montes, se encarga de contratar los helicópteros, de la adquisición de vehículos, de la red de emisoras y de una serie de servicios y herramientas fundamentales para que el operativo pueda trabajar de una manera eficaz.

Desde la base de las oficinas del área de Medio Ambiente, donde está el Centro de Coordinación del Operativo CECOPIN, en el Pabellón Santiago Martín, José María nos atiende preparado con su ropa de brigada ante cualquier evento urgente en los montes.

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José María Sánchez, presenta junto al presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el consejero de Medioambiente, José Antonio Valbuena, el operativo 2018| CEDIDA

¿Cómo se prepara un brigadista física y mentalmente para los cuatro meses principales del operativo contra incendios forestales?
"Lo primero que hay que aclarar es que hay 169 personas en total en el staff del Cabildo y cerca de 100 especialistas contratados externamente para estos casi cuatro meses de campaña. Se les obliga pasar unas pruebas físicas y unos reconocimientos médicos para que, llegado el día del incendio, no tenga que sufrir en una cuesta ningún accidente de tipo vascular. El operativo del personal propio del Cabildo trabaja todo el año, durante el que tienen entrenamientos semanales obligados. Los técnicos, lo mismo, para mantenernos en un estándar de forma física aceptable. Aun así, previo a la campaña se hacen unos reconocimientos médicos exhaustivos y una prueba de esfuerzo a los mayores de 35 años donde nos someten a estrés, aumentando las pulsaciones para ver si somos capaces de aguantar. En el lado mental, la experiencia, los años, la confianza en uno mismo, el buen hacer y la formación te dan una seguridad y un aplomo a la hora de enfrentarte a una emergencia que nos distingue un poco del resto de ciudadanos, que se puede ver cerca de unas llamas desesperados tratando de apagarlas que, si lo piensas fríamente, no va a ningún lado".

¿Qué significa para los brigadistas y técnicos tener que estar 24 horas al día disponible durante la campaña de verano?
"Es un sacrificio importante a nivel personal, porque por mucho que esté remunerado no se paga lo suficiente. A nivel de las brigadas especialistas, tienen turnos asignados entre mañanas, tardes y noches. Como máximo pueden estar siete días (sin estar en emergencia). Una vez se van a descansar no tienen por qué estar localizables. Se pueden ir a donde quieran con la única obligación de incorporarse en el turno siguiente. A nivel de técnicos y de agentes de medio ambiente, yo hoy, por ejemplo, estoy de guardia y esta noche le doy el relevo a un compañero, pero llevo de guardia tres días. Tengo 10 horas presenciales y luego, hasta el siguiente turno (la siguiente mañana) sí tengo que estar localizable. Es decir, que si sale cualquier emergencia de una cierta entidad que requiera de la presencia de un técnico para ordenar recursos, me tengo que incorporar de madrugada o a la hora que sea para hacer las funciones de dirección de extinción y, quieras que no, te condiciona cuando sales de trabajar en tu vida privada, porque tienes que estar pendiente del teléfono. No te puedes ir a las playas del Bollullo o Taganana porque pierdes cobertura, por ejemplo".

Durante el Mundial se hizo viral el vídeo de unos bomberos de Croacia que estaban viendo un penalti decisivo de su selección y justo suenala alarma, saliendo todos enseguida corriendo sin ver el desenlace del lanzamiento, apenas cinco segundos después…
"Es así y quiero aprovechar para hacer una llamada de atención, porque hay que recordar a la gente que lo primero es el trabajo. Ahí es un parque de bomberos, que están en un salón y si no tienen ninguna emergencia pueden estar viendo la televisión sin incumplir ninguna de sus funciones. En nuestro caso no es así. La gente está en el monte y no disponen de televisores, aunque hoy en día con las tecnologías que hay en un sitio con buena cobertura pueden estar viendo el fútbol, pero siempre evidentemente en su puesto de trabajo y preparados para cualquier emergencia. Nadie va a dejar de atender una emergencia por un partido de fútbol y pongo la mano en el fuego".

¿Y cómo es el día a día de un brigadista que cumple un turno en el monte?
"La isla de Tenerife operativa y administrativamente la tenemos dividida en tres territorios: la zona Eco como la llamamos nosotros, que es la zona Este y va desde Santa Úrsula hasta Güimar; la zona Centro, desde Fasnia hasta Granadilla de Abona, Vilaflor, y por la parte norte desde el Parque Nacional del Teide hasta Santa Úrsula y el término municipal de San Juan; y, por último, el resto es la zona Oeste. En cada una se incorporan una serie de recursos y por la mañana cada zona está dirigida por un agente de medio ambiente y por la tarde por otros. Por encima de ellos, hoy estoy yo y mañana otro compañero. Somos ocho ingenieros los que hacemos los servicios de guardia presencial, de G1 como lo llamamos, que estamos con la ropa de incendio puesta, como yo ahora, que estoy en mi despacho, pero que si sale cualquier cosa cojo el coche y salgo inmediatamente para allá. Por la mañana estoy en el despacho despachando asuntos y luego por la tarde me voy al territorio y me paso a ver a los recursos por el monte, hacer practica con ellos o labores de tutela y de supervisión de que todo el mundo esta en su sitio, operativo y funcionando al 100%".

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Vehículo de BRIFOR | CEDIDA

¿Cómo se concilia este trabajo con la familia?
"Pues es difícil, hasta el extremo de que nuestras parejas lo tienen asumido. Pero no es agradable que tu pareja esté siempre pendiente del teléfono o que sepas que en cualquier momento le pueden llamar para salir a una emergencia y con el peligro que entraña trabajar en este mundo. La extinción de incendios es uno de los trabajos más peligrosos que hay y con más víctimas mortales y más accidentalidad. Nuestros hijos lo notan. Tengo uno de seis años y el año pasado cuando tenía solo cinco, con todos los incendios que hubo en Galicia y Portugal, le tiré de la lengua y me confesó que se quedaba medio trabado cuando me iba a trabajar: ‘Papi, ten cuidado que no te pase nada’… Entonces, ellos perciben el peligro en cierta manera. Aunque trates de no trasmitirla, nuestra inquietud se traslada sin darte cuenta y claro que afecta".

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Incendio en Tenerife | IMAGEN DE LA RED

Me comentabas que se entrenan durante todo el año, pero cuando no estamos en estos cuatro meses de campaña, ¿se trabaja a tiempo completo? ¿Cuáles son las labores de un brigadista?
"Durante todo el año se hacen trabajos relacionados con la masa forestal, la inmensa mayoría encaminado a la protección contra incendio. No olvidemos que en Tenerife tenemos una red de carreteras por la cumbre, 2.600 kilómetros de pista y no todas están abiertas al tráfico, pero, salvo raras excepciones, sí se puede caminar por ellas y el que una persona pueda caminar por el monte, como por ejemplo un fumador, es una cuestión de alto riesgo en verano. Se hacen trabajos para defender un poco esa masa forestal para que esos conatos incipientes se propaguen lo más lentamente posible. Básicamente, son labores de limpieza y de reconversión de estructuras de masa que son bastante peligrosas de cara a un incendio".

"Tengo uno de seis años y el año pasado cuando tenía solo cinco, con todos los incendios que hubo en Galicia y Portugal, le tiré de la lengua y me confesó que se quedaba medio trabado cuando me iba a trabajar: ‘Papi, ten cuidado que no te pase nada"

¿Qué es más peligroso: las altas temperaturas o el ser humano?
"¡Buf! Por desgracia tenemos una memoria histórica muy corta y de un año para otro se nos olvidan cosas como lo ocurrido el año pasado en Portugal con 116 muertos en todo el verano (los recientes incendios en Grecia han ocurrido posteriormente a esta entrevista). En Portugal ha habido un antes y un después. Aquí, cuando hay un incendio grande suele haber un par de años de mucha calma. La gente es muy precavida a la hora de usar el fuego, de hacer actividades de riesgo en el monte, pero hoy en día hay muchas negligencias y accidentes  por no observar las cuestiones más básicas y el sentido común. El otro día en el parque de Las Mesas hubo un conato de unos trabajadores que estaban con una radial en un día de viento tremendo, sin grandes temperaturas, pero es que hay otros condicionantes que son desencadenantes de una rápida propagación como son el viento y la humedad relativa muy baja. La vegetación muerta al final se comporta como una esponja. Si la humedad del aire es alta la vegetación tiene humedad dentro, si es escasa como pasa con las calimas que nos entran, la vegetación se seca por completo y está disponible para propagar muy rápidamente. Con un viento que empuje ese incendio se te desencadena, a lo mejor no un gran incendio ese día porque la temperatura no es muy alta, pero sí una emergencia que demanda una serie de recursos del Consorcio de Bomberos importante y que por supuesto que hay que atender".

A día de hoy, ¿cómo están preparados los bosques y montes de Tenerife ?
"Hay mucho trabajo por hacer. No olvidemos que solo en Tenerife hay cerca de 65.000 hectáreas de espacio natural protegido y 45.000 de masa forestal pura susceptible de arder. Aunque intentásemos hacer un tratamiento especial tardaríamos muchísimo. No se puede hacer ni con medios propios ni contratados. Es inasumible el tener toda la masa forestal en condiciones óptimas, aparte de que eso te lleva a desnaturalizar la foresta. Si todo lo enfocas a la prevención de incendios, acabas con unas estructuras forestales desnaturalizadas, que son bastante perjudiciales para la nidificación de aves o para otras cuestiones como el paisajismo. No es lo mismo ver una masa tratada contra incendios que una masa natural que se regenera de manera natural, donde hay arbustos, matorrales de todas las alturas y todo íntimamente entrelazado y mezclado y que es muy favorable para la evolución de las especies y de un ecosistema más variado y más rico. Se tratan aquellos puntos críticos donde entendemos que un incendio, si no se para ahí, va a afectar a una gran masa contigua de superficie. Tratar todo el monte es imposible e ingestionable. No hay ni dinero ni recursos que puedan hacer frente a eso".

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El programa educativo ‘Con el monte no me descuido’ contó con la participación de 22 centros durante el curso 2017-2018 | CEDIDA

¿Qué les podrías decir a nuestros lectores para que sean conscientes de la importancia de la participación del ser humano para mantener los montes a salvo y, por extensión, a ellos mismos?
"Lo primero es lo que decía el eslogan con la campaña que tenemos con los pequeños: 'Con el monte no me descuido’. Es que cuando uno va a un espacio natural hay que ser precavido. Todas las precauciones son pocas y no solo en los bosques, sino en las zonas aledañas. Las de interfase o agricultura, donde uno antes de encender una hoguera para quemar restos de una huerta, aparte de los permisos preceptivos que hay que tener, hay que pararse a pensar un momento sobre si lo que se va a hacer puede desencadenar un incendio porque hace excesivo calor ese día. Aunque se diga ‘Jolín, es que no tengo otro día en la semana para hacerlo, si no, tengo que esperar hasta dentro de 15 días que puedo venir otra vez’, pues se espera hasta dentro de 15 días, que no va a pasar nada, porque si no, se puede desencadenar una emergencia que nos afecta a todos. Al final, vivimos en un archipiélago donde el primer recurso, que es fundamental para nosotros y que nos lo proporciona el monte, es el agua. Esos árboles y masas forestales, cuando choca las nubes contra ellas, es un filtro que va captando agua, que va goteando al suelo, se filtra por la tierra y luego es un recurso de primerísima necesidad que explotamos. La desaparición de esa masa forestal ocasiona trastornos importantes. Y luego están los problemas de erosión, que desaparece esa cubierta protectora del suelo que tenemos en el suelo con las pendientes y los barrancos que tenemos aquí, y puede tener una capacidad destructiva elevadísima".


Operativo Brifor 2018

El Cabildo de Tenerife desplegó en junio el Operativo Brifor de Prevención y Extinción de Incendios Forestales para hacer frente al periodo de mayor peligro, previsto entre el 11 de junio y el 14 de octubre, y que podría ser prolongado en el caso de que se produzcan circunstancias meteorológicas adversas. La totalidad del Operativo Brifor se compone de 282 trabajadores, distribuidos en coordinación y vigilancia, extinción y apoyo. En situaciones de gran incendio el Cabildo podría movilizar para labores de apoyo y logística al resto del personal de Medioambiente. El operativo supone una inversión de 3,4 millones de euros, de los cuales 2,5 millones se destinan al personal de refuerzo, Cecopin y helicópteros y 900.000 euros para la adquisición de vehículos.

Los 282 efectivos del Operativo Brifor dispondrán como medios materiales de dos helicópteros de transporte y extinción con base en los Tenerife Norte y Tenerife Sur, tres autobombas nodriza con capacidad para9.000 litros, 14 autobombas forestales con capacidad de 3.500 a 5.000 litros, 2 autobombas medianas con capacidad de 1.500 a 2.000 litros y 17 autobombas ligeras pick-up de 500 litros. Asimismo, se dispone de un vehículo de Puesto de Mando Avanzado (PMA) y 22 vehículos todoterrenos de transporte. Además, se sigue contando con los retardantes de largo plazo para aplicación terrestre y 12 kit de extinción adaptable a vehículos pick-up.

Además del Operativo Brifor, existen medios de extinción especializados cuya actuación puede desarrollarse en la isla de Tenerife como los cinco helicópteros multifunción del Gobierno de Canarias, el helicóptero Kamov del Ministerio de Medio Ambiente (Los Rodeos) y la Brif de Puntagorda del Ministerio de Medio Ambiente, el avión de carga en tierra (Air Tractor) en el aeropuerto de la Gomera, los medios de autoprotección del Parque Nacional del Teide, el Consorcio de Bomberos de Tenerife y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además, el Gobierno de Canarias despliega este año los tres equipos de intervención rápida (Eirif) una en cada una de las islas menores.

Como novedad para esta campaña hay que señalar la incorporación de una brigada y media con capacidad para ser helitransportadas, que se unen a las 11 ya existentes desde el año pasado, sumando así un total de 100 especialistas helitransportados. Además, se ha dado continuidad al funcionamiento puesto en marcha el año pasado con distintas configuraciones y capacidades de estas brigadas, de manera que pueden trabajar en diferentes equipos de extinción: helitransportada, autobomba media o ligera, según las condiciones de peligro y la tipología de incendio que se prevé mas probable.