La tortuga que llegó a Las Canteras enredada en plástico vuelve al mar

Cuando el animal llegó a la playa capitalina estaba enredado con la basura por las falanges de los dedos, por lo que hubo que cortar la punta de su aleta

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La tortuga boba (Caretta caretta) que llegó hace unos 45 días a la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria enredada en un amasijo de plásticos, cuerdas y sacos de rafia, ha regresado al mar este jueves, en la playa de Arinaga. Cuando el animal llegó a la playa capitalina estaba enredado con la basura por las falanges de los dedos, por lo que hubo que cortar la punta de su aleta, ha explicado la investigadora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Ana Liria para añadir que la tortuga ha regresado al mar en muy buenas condiciones.

Los veterinarios del Centro de Recuperación solo tuvieron que amputar parte de los dedos de una aleta a esta tortuga, una “lesión bastante superficial para la fortaleza que tiene el animal”, ha añadido Liria, quien asegura que el ejemplar ha vuelto a nadar sin problemas y a controlar su flotabilidad.

Durante los casi cincuenta días que la tortuga ha pasado el centro, un grupo de investigadores ha analizado sus heces, una acción enmarcada en un proyecto europeo que pretende estudiar el impacto de la basura en los organismos marinos, principalmente en las tortugas.

“Esta tortuga tenía 150 restos de plástico distintos en su organismo y esto sucede con la mayoría de peces de nuestras aguas y, al final, el plástico termina pasando a la cadena trófica”, ha destacado el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.


Ya nada en libertad la última tortuga recuperada por el Cabildo

Hubo que amputarle una falange y expulsó 150 trozos de plásticos

Tras convertirse en símbolo contra las mascarillas que acabarán en el mar si no son depositadas en el contenedor gris, hoy fue un día emocionante pic.twitter.com/wKucUpNdRh














En la corriente que condujo a esta tortuga hasta Las Canteras también viajan muchos restos plásticos, y es que el archipiélago “es un zona de acumulación de corrientes que vienen de muchos lugares” y “se nutre de la corriente del Golfo que trae toda la basura de Estados Unidos” y de la corriente de Europa, ha explicado la investigadora.

Este ejemplar de tortuga boba pudo haber nacido en las colonias de reproducción de Florida (EEUU), México, el Caribe o Cabo Verde, mientras que su destino, ahora que ha sido liberada, puede ser cualquier zona del Atlántico noreste como las costas de Portugal, Francia y África.



Sin embargo, cuando esta joven tortuga alcance la madurez sexual, con unos quince o veinte años de vida, y un tamaño determinado, sus hormonas le pedirán volver a donde nació para reproducirse.

“El 60 % de las tortugas que varan en Canarias lo hacen por el impacto de la basura marina, sobre todo por enmallamiento y enredo en basuras grandes como restos de redes, cuerdas, sacos de rafia y bolsas de plástico”, ha asegurado Liria.

El enmallamiento en las islas es “muy grave” en comparación con Europa, además de que el impacto de la basura es también “mucho más fuerte” en la región de Canarias que en otras aguas europeas, ha dicho.


Se acerca el verano y con ello un aumento de personas en el mar. Esto trae consigo un aumento de los animales encontrados en el mar con algún tipo de problema, en especial las tortugas. Así que vamos a conocer un poco más a la tortuga boba /Caretta caretta/ y sus amenazas. pic.twitter.com/lBKMF24YkX


Según el estudio del que Liria forma parte, “el cien por cien de las tortugas que se han estudiado en Canarias en los últimos tres años tienen basura ingerida”, aunque en cantidades muy pequeñas en comparación con el Mediterráneo, donde el 60 % tiene basura pero, cuando tienen, es mucha más cantidad.

Otras dos tortugas vararon este miércoles en las costas de Gran Canaria, en Jinámar y en la zona de Bañaderos, en Arucas. Una estaba enredada en una gran red de pesca que había sido abandonada en el mar, mientras que la otra lo estaba en un saco de rafia utilizado para papas, cementos o abonos.

El objetivo es que el estudio de las defecaciones de las tortugas marinas que varan en las costas permita saber qué material está más presente en el mar y de dónde proviene para así saber por dónde hay que empezar a atajar el problema.

Aunque por el momento no se han encontrado restos de guantes o mascarillas en el interior de las tortugas que han llegado a Canarias, el presidente del Cabildo ha destacado la necesidad de “tomar precaución, utilizar los contenedores y no dejar estos materiales desechables en las calles o en el mar”.