Más de un millón de adolescentes sufren daños cardiovasculares por culpa del tabaco y alcohol

El alto consumo entre los jóvenes españoles de drogas tanto legales como ilegales es el causante del daño cardiovascular precoz

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Según un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología el consumo de tabaco y alcohol, incluso en pequeñas cantidades, es el causante del daño cardiovascular precoz entre más de un millón de adolescentes españoles. Se ha demostrado que estos factores están asociados con la rigidez arterial precoz, un predictor del riesgo cardiovascular.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. El tabaquismo, el abuso de bebidas alcohólicas y café, y el abuso de drogas está relacionado directamente con las enfermedades cardíacas. El cigarro encabeza la lista de los causantes directos de esta patología aumentando hasta un 75 % la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular en jóvenes. Por otra parte, la probabilidad de sufrir un paro cardíaco es mayor en fumadores que no fumadores de cualquier edad.

Según los últimos datos publicados por la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes) en 2016 los jóvenes se iniciaron en el alcohol a los 14,1 años, en el tabaco a los 14,2 años y en el cannabis a los 15 años. Y, aunque la edad de iniciación se ha atrasado con respecto a los años anteriores, el consumo de dichas sustancias sí aumentó, sobre todo el cannabis, que pasó de un 8,9 % en 2014 a un 12 % de jóvenes que consumían en 2016.



El consumo de alcohol a nivel global está relacionado según la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Así como también se le atribuyen trastornos mentales y comportamentales, como el alcoholismo. En total, hasta 200 enfermedades y trastornos nacen del consumo de alcohol. Cabe destacar que estas patologías no necesariamente nacen de un consumo elevado ya que la SEC recalca que el daño cardiovascular en adolescentes nace incluso en pequeñas cantidades ingeridas.

“Los efectos del consumo de alcohol sobre los resultados sanitarios crónicos y graves de las poblaciones están determinados”, explica la OMS, “por dos dimensiones del consumo de alcohol separadas, aunque relacionadas: el volumen total de alcohol consumido y las características de la forma de beber”. Cabe destacar que las bebidas alcohólicas no solo pueden tener repercusiones en la incidencia de diferentes enfermedades, sino también se presenta como un atenuante negativo en la evolución de los trastornos que ya se pueden padecer. 

Respecto al consumo de drogas, según los datos de la Estudes aunque el consumo de cocaína disminuyó en los jóvenes de un 1,4 a un 1,1 en 2016, la edad de iniciación en esta droga era a los 15,2 años. Según el Informe Europeo sobre Drogas 2017: Tendencias y novedades' del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (EMCDDA) España es el segundo país en el que más cocaína se consume, con personas entre 15 y 35 años como los principales consumidores.

Esta droga es responsable de diferentes grados de taquicardia, vasoconstricción y elevación de la presión arterial. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), “se ha calculado que el peligro de sufrir un infarto agudo de miocardio en personas de bajo riesgo es 24 veces superior durante los 60 minutos siguientes al consumo de cocaína”.

Respecto a la droga más consumida, el cannabis, sus efectos cardiovasculares dependen en gran medida de las dosis según la FEC. Las dosis bajas pueden generar taquicardia y aumento del gasto cardíaco. Por otra parte, las elevadas, “producen una inhibición simpática y activación parasimpática que ocasiona bradicardia e hipotensión”, informa la FEC.