Siete investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) presentan ahora en la revista "Science of the Total Environment" el trabajo más detallado que se ha publicado hasta la fecha sobre los compuestos que absorben en el mar los plásticos, en el que se han detectado sustancias hasta ahora no estudiadas en ese tipo de residuos, como el clorpirifos, un pesticida agrícola cuya prohibición en Europa solicitan los principales grupos ecologistas.
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— FluyeCanarias (@fluyecanarias) 29 de diciembre de 2018
Las dimensiones de problema son conocidas: cada año se arrojan al mar hasta 12,7 millones de toneladas de plásticos que no se degradan, sino que se fragmentan y fragmentan a lo largo del tiempo hasta quedar reducidos a partículas de tamaño milimétrico, susceptibles de ser ingeridas por el plancton y los peces. En Canarias, cuyas islas están expuestas a una de las corrientes principales que conforman el giro oceánico del Atlántico Norte, cada marea deja un promedio de 120 gramos de microplásticos por metro cuadrado de arena en playas como Famara, en el norte de Lanzarote, según un trabajo publicado en 2016 por la propia Alicia Herrera.
La ULPGC muestra ahora cuál es la carga contaminante de toda esa basura: hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), bifenilos ploriclorados (PCB), pesticidas organoclorados de efecto persistente en la naturaleza (POP), como el DDT (prohibido en gran parte del mundo desde 1972), filtros solares o retardantes del fuego. Esos fragmentos llevan consigo, por ejemplo, hasta 27,15 nanogramos de bifenilos por gramo de plástico (ng/g), cantidad menor a la detectada en el Reino Unido u Holanda, pero superior a la medida en las playas de California (EEUU); o hasta 990 ng/g de DDT, una concentración similar a la que puede encontrarse en países que todavía emplean ese pesticida para combatir la malaria.
La guerra contra el plástico es global. En una idílica playa de La Graciosa, en las Islas Canarias, todos los jueves @alexiswwf y un grupo de voluntarios libran una batalla de esta lucha contra la contaminación marinahttps://t.co/oD0hakXPl1 pic.twitter.com/mn8ldtVzuE
— Manuel Planelles (@mplanelles) 26 de mayo de 2018
Este equipo de la ULPGC aboga, de hecho, por hacer más estudios centrados en este tipo de filtros solares de uso masivo entre los bañistas, para determinar de qué manera se acumulan en el mar y, sobre todo, cuál es su efecto sobre la fauna. Lo mismo recomienda sobre el clorpirifos, un pesticida ampliamente utilizado en agricultura, en el caso de Canarias en particular en las plantaciones de plátano, remarcan los autores