Loro Parque no ve viable trasladar los cetáceos de los zoos a recintos en el mar

El zoológico de Tenerife reconoce que valoró en su día habilitar en mar abierto un recinto cerrado al que trasladar parte de sus mamíferos marinos

Guardar

Featured Image 23793
Featured Image 23793
Loro Parque reconoce que valoró en su día habilitar en mar abierto un recinto cerrado al que trasladar parte de sus mamíferos marinos, pero lo consideró inviable e incluso arriesgado para los animales, en una decisión que ahora ve corroborada por el acuario de Baltimore, en Estados Unidos.
    
El director de Loro Parque Fundación, Javier Almunia, indica en declaraciones a Efe que el acuario estadounidense había convertido en un referente en este ámbito tras anunciar hace cinco años su decisión de llevar a sus ocho delfines mulares a un "santuario de cetáceos", para lo que buscaba un lugar adecuado en el Caribe.
    
De hecho, incluso, el zoológico de Barcelona se interesó por la posibilidad de trasladar sus delfines a Baltimore con el mismo objetivo, pues la iniciativa estadounidense se presentaba como un plan verdaderamente solvente y se veía como la más viable a nivel mundial, pero finalmente lo descartó, resalta Almunia.
    
La idea era situar a los animales en un santuario en régimen de semilibertad y el proyecto estadounidense se convirtió pronto "en un buque insignia".Sin embargo, la semana pasada el acuario de Baltimore anunció que paralizaba el proyecto, cuya apertura estaba prevista para 2020, al no haber encontrado el lugar adecuado para trasladar a los animales en las mencionadas condiciones, lo que atribuye a un elemento con el que no se contaba: el cambio climático. 

    
Javier Almunia explica, al respecto, que el cambio climático puede agravar la frecuencia de fenómenos como las mareas rojas -algo que escapa al control de los especialistas- al provocar el crecimiento explosivo de algunos organismos del fitoplancton marino que pueden resultar tóxicos para los animales.
    
Recuerda el director de Loro Parque Fundación cómo en 1997 murieron en Cabo Blanco (Mauritania) unos 200 ejemplares de foca monje -el 70 por ciento de la colonia de esta especie- debido a una marea roja.
    
Además el acuario de Baltimore buscaba situar los delfines en el Caribe o en la península de Florida, pero ha desistido al percatarse de que el cambio climático va a aumentar la incidencia de huracanes en esta zona, lo que podría destrozar completamente el santuario.
    
Un enclave así también puede verse afectado por un derrame de combustible procedente de barcos, sin olvidar que se pierde el control sobre los animales, pues, si bien aparentemente podrían alimentarse por sí mismos, no podrán recibir los cuidados veterinarios necesarios, con lo que al final acaba siendo mayor el perjuicio que los beneficios, sostiene Almunia, que es doctor en Ciencias del Mar.
    
Asimismo en la naturaleza los animales están expuestos a patógenos, enfermedades y mayor estrés inmunitario y, de hecho, prosigue Almunia, un reciente artículo científico estadounidense ha puesto de relieve que los delfines son más longevos en un delfinario que en libertad.
    
En su momento, reconoce, Loro Parque encargó a un experto que analizara la viabilidad de poner en marcha un santuario para desplazar a parte de sus animales y se constató que se planteaban problemas incluso de bienestar animal debido a las amenazas ambientales.
    
No es tan sencillo situar unas redes o un cerco en una bahía y colocar ahí a los animales, detalla Javier Almunia, quien considera que desde el punto de vista de la comunidad zoológica el proyecto de Baltimore era el que se consideraba más viable y el hecho "de que se haya caído" resulta significativo.